En plena prueba del “segundo cambio más importante” de la era de Azcárraga Jean al frente de Televisa, el reporte del tercer trimestre del grupo mediático ante la Bolsa Mexicana de Valores reveló una crisis más aguda.
La utilidad neta de los accionistas de Grupo Televisa disminuyó 84% al registrar 2 mil 62 millones de pesos, en comparación con los 6 mil 545 que registró en 2015.
Las ventas de la televisora también se redujeron, 6.59%, mientras la venta de publicidad disminuyó 1.5% al alcanzar 5 mil 397 millones de pesos, contra los 5 mil 479 millones del mismo periodo en 2015, año en el que se registró una caída de más de 29% de ingresos publicitarios.
Tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, los escenarios se volvieron más pesimistas para el Grupo Televisa. Las acciones de la empresa tuvieron una caída de 11% en su valor y los inversionistas temen que le resulte más costoso expandirse hacia Estados Unidos y tener 40% del control de Univisión, la cadena más grande de habla hispana.
Pero aún más grave aún es el anuncio de un profundo recorte del 20 por ciento de la planta laboral de Televisa, lo que significará la salida de cerca de 3 mil trabajadores, entre técnicos, productores, reporteros, administradores, actores, creativos, así como la disminución de los salarios de quienes se mantendrán en sus plazas, según informaron varios de los afectados, quienes pidieron confidencialidad.
“Hay una auténtica psicosis y paranoia” tanto en las oficinas de Chapultepec como en San Ángel, donde se producen buena parte de los contenidos de Televisa, la empresa de producción y distribución de contenidos en medios electrónicos más grande de América Latina.
Otro detalle que habla de la profundidad de la crisis de Televisa fue el anuncio de que se suspendía el brindis de fin de año, cuando se reparten regalos, viajes y que forma parte de la vieja tradición de la empresa desde la época de Emilio Azcárraga Milmo, El Tigre.
Ante la Bolsa Mexicana de Valores y las autoridades bursátiles de Estados Unidos, Televisa admite que pasa por una fuerte crisis económica. En el segundo trimestre de 2015 reportó una baja de 16.4 por ciento de sus ventas publicitarias y para el tercer trimestre del mismo año confirmó una disminución del 9 por ciento. Esta caída se agudizó durante 2016.
Además de los informativos de López Dóriga, Televisa cancelará desde el 1 de enero de 2017 los programas La entrevista por Adela, conducido por Adela Micha, quien laboró 30 años en la empresa; Peladito y en la boca, de Víctor Trujillo, exconductor de El mañanero y que laboró 15 años en Televisa, y la emisión de los comentaristas financieros de Alebrijes: Águila o Sol, conducido por Maricarmen Cortés, José Yuste y Marco Antonio Mares.
En un escueto comunicado emitido el jueves 1, la empresa sólo agregó que “Grupo Televisa trabaja en nuevos proyectos que sustituirán a estos programas”.
La insistencia de Grupo Televisa para evadir el tema de la disminución del rating y de la credibilidad, a pesar de los cambios iniciados el 22 de agosto, contrastó con algunos hechos y datos precedentes: se canceló el programa “Esta noche con Arath”, que sólo duró 12 emisiones porque no levantó en audiencia.
“Esta noche con Arath” era la apuesta por un “nuevo humor político”, en un formato que era una calca del programa estadunidense The tonight show, conducido por Jimmy Fallon, pero sin el sentido del humor, la capacidad de improvisación o el sarcasmo frente a la situación política. La primera emisión de ese programa fue un largo homenaje a López Dóriga, quien se limitó a sí mismo y presumió sus calcetines de colores.
A los noticiarios matutinos no les ha ido mejor. La medición de Nielsen Ibope reveló que el noticiero matutino Despierta con Loret tuvo menos rating que Hechos AM: 2.4 a 2.6 puntos frente a 2.7 y 3 puntos; el noticiero vespertino del canal Las Estrellas, conducido por Karla Iberia Sánchez, prácticamente empató con Hechos Meridiano al registrar 3.9 a 4 puntos de rating frente a 4.1 y 4.2 de la emisión de Canal 13.
La apuesta por nuevas telenovelas, similares a las series de Telemundo, fue también fallida.
La crisis ya alcanzó a la nueva filial de Televisa, Blim, la compañía que distribuye contenidos en televisión on line, para competir con empresas como Netflix, Apple TV o Clarovideo. El recorte incluye a varios responsables de la estrategia de contenidos de Blim que protagonizó en meses pasados una disputa con Netflix, porque se suspendieron las telenovelas de Televisa en esta plataforma, que ya alcanzó 76 millones de suscriptores (60% de ellos en Estados Unidos).