En la colonia San Francisco Tlaltenco, en la delegación Tláhuac, el silencio sobre la inseguridad y delincuencia dice más que si los habitantes hablaran.
El pasado 1 de octubre un grupo de motociclistas encapuchados asaltó una gasolinera en Tlaltenco. La noticia se conoció a través de un video de las cámaras de seguridad que circuló por las redes sociales. La grabación, de 42 segundos, capturó el momento en los delincuentes amagaron a los despachadores de la gasolinera y de un disparo mataron a uno de ellos.
La gasolinera, como muchas, se extiende horizontalmente entre dos vías: Av. Tláhuac y San Andrés Atlixco. Se encuentra frente a la calle Paseo Nuevo y entre las calles José Mariano Cadena y José María Becerril, en San Francisco Tlaltenco.
El paisaje rural-urbano puede distinguirse perfectamente en este sitio. De lado de San Andrés Atlixco sólo una acera está “urbanizada” y la mayoría de las casas que rodean al dispendio de gasolina son pequeñas construcciones en obra negra; frente a éstas se encuentra un gran llano, el cual es atravesado por la Línea 12 del Metro.
La parte urbana está de lado de la avenida Tláhuac. Aquí, la gasolinera está rodeada de vulcanizadoras, locales de rótulos y autopartes, una pastelería y una tienda de tornillos.
Durante el par de horas que Letra Roja estuvo rondando la gasolinera, observó que es muy concurrida, los despachadores no dejaban de atender a algún automovilista o motociclista. El uso de motos es bastante común en la zona, de hecho uno de los medios de transportes es el mototaxi.
Letra Roja intentó obtener una entrevista con alguno de los compañeros de trabajo de Abraham Olguín de Paz, el despachador que perdió la vida durante el asalto; sin embargo los esfuerzos fueron inútiles. Sólo dos de ellos atendieron al llamado y se cuidaban de que nadie los viera hablando, pero dijeron que no podían hablar, que buscáramos al gerente del lugar.
El gerente no atendió, quien ofreció un par de datos fue su secretaria, la cual pidió permanecer en anonimato. Ella aclaró que no se podía dar información para no entorpecer la investigación correspondiente. El despachador “tenía un salario fijo”, por lo cual los familiares son apoyados conforme a la Ley por parte de la empresa, dijo.
Y refirió que Olguín de Paz no vivía en la zona, sino en Valle de Chalco. En medio de la declaración de la secretaria, alguien (presumiblemente el gerente) la llamó y a su regreso ya no quiso seguir hablando.
De acuerdo con información de la organización civil Semáforo Delictivo, la cual se basa en reportes del Ministerio Público, los homicidios dolosos en la Ciudad de México han aumentado considerablemente en lo que va del año: en el primer semestre la cifra llegó a los 447 casos.
En este reporte, Tláhuac ocupa el tercer lugar dentro de las delegaciones más violentas, con un incremento del 35 por ciento respecto al año anterior.
Letra Roja procuró entrevistar a los habitantes sobre la inseguridad del lugar, pero también fue difícil. Nadie quería hablar. Se les cuestionó si en la gasolinera próxima habían asesinado a un despachador en días pasados y casi todos dijeron no saber nada sobre el tema; excepto el empleado de una tienda. Él dijo saber que habían matado a alguien ahí, pero no conocer más.
Los trabajadores de las vulcanizadoras, locales de autopartes y rótulos, y pastelería tampoco quisieron mencionar algo sobre la delincuencia. Dijeron no vivir en la zona, sólo trabajar ahí y hasta hubo quien aseguró llevar 3 días laborando en el lugar.
De las 9 personas a las que se intentó interrogar, sólo habló el empleado de una tienda y la señora de un puesto de dulces. La señora declaró que sí ha aumentado la inseguridad en la colonia, pero como en todo el país. Dijo que era culpa del nuevo gobierno local y del Presidente, Peña Nieto.
Según datos de Semáforo Delictivo, de enero a agosto se han presentado 24 homicidios dolosos en Tláhuac. El promedio de homicidios al mes es de 3; sin embargo, en junio hubo 6 y en todos los meses ha habido al menos uno.
Con todo, los vecinos de San Andrés Tlaltenco prefirieron no hablar de la inseguridad de su colonia y delegación.
FUENTE : LERA ROJA