A pocos días de que una niña de 11 años fuera ultrajada y asesinada por un chofer de la Ruta 40 que operaba de manera irregular en Nezahualcóyotl, es necesario recordar que las opciones de movilidad en el Estado de México (EdoMex) son un peligro para sus habitantes.

Desde choferes no calificados, coludidos con la delincuencia, hasta irregularidades en los permisos de circulación, los reflectores voltean al transporte en el EdoMex sólo cuando una gran desgracia sucede, una que sale de los asaltos “comunes”,  como en el caso de Valeria Teresa Gutiérrez Ortiz.

El secretario de Movilidad de la entidad mexiquense, Edmundo Rafael Ranero justificó en una entrevista con Ciro Gómez Leyva que algunas injusticias se les van del las manos porque “el EdoMex es muy grande”.

Dijo que casos como el de la niña Valeria “nunca habían pasado” en la entidad, que regularmente hacen operativos exitosos para evitar delitos en el transporte público, por lo que el periodista le recordó el caso de César Armando Librado Legorreta, el “Coqueto”.  

El “Coqueto”, conductor de un microbús de la Ruta 2 en Tultitlán, atacó sexualmente a ocho jovencitas y asesinó a siete de ellas en la zona norponiente del Valle de México en el año 2011 y transcurso de 2012.

Cabe recordar que el feminicida logró escaparse de las autoridades, pero el 3 de marzo se le capturó e internó en el penal de Barrientos, donde se le condenó a 240 años de cárcel.

Otro caso de esos que “nunca suceden” es el de los hermanos Daniel y Víctor Toledo García, quienes conducían taxis y trabajaban para Uber para atacar sexualmente a las pasajeras.

Se les acusa de amagar con arma de fuego a al menos 14 mujeres a las que también violaron en Ecatepec. Autoridades los detuvieron el pasado 25 de mayo, y se les relaciona con otros 10 abusos más en Nezahualcóyotl.