Las sucursales bancarias ubicadas entre Venustiano Carranza y Paseo Colón en Toluca, han sido blanco fácil para la delincuencia debido a la carencia de seguridad pública en la zona.
En los últimos meses al menos tres cuentahabientes que han retirado efectivo de cajeros y ventanillas bancarias de esa avenida han sido asaltados en zonas distintas, según los testimonios de las propias víctimas.
En noviembre pasado, dos empleados de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), fueron interceptados a espaldas del edificio de Rectoría por sujetos armados a bordo de una motocicleta y quienes los habían seguido desde una sucursal de Santander ubicada en Venustiano Carranza.
Mediante un recorrido por la avenida, se pudo contar al menos siete sucursales bancarias, que no cuentan con vigilancia de la policía municipal y la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana (CES), ubicadas desde el cruce con Avenida Paseo Colón hasta Andrés Quintana Roo; entre las sucursales sin patrullajes está la de Santander, donde solo existen cámaras privadas de la sucursal.
Los últimos asaltos se registraron apenas en días pasados; uno contra un hombre de 65 años que había retirado mil 500 pesos de un cajero de una sucursal de la misma zona, y quien fue atracado minutos después por sujetos armados que lo siguieron hasta un restaurante TOKS ubicado en Adolfo López Mateos.
Al siguiente día, un hombre que retiró dinero de la ventanilla de HSBC ubicado en la esquina de Carranza con Colón, fue despojado de 22 mil pesos cuando bajaba de su auto sobre Colón, tan solo a unos metros de la Casa de Gobierno.
En la zona de bancos de Carranza es posible observar que la mayoría de los locales cuentan con rejas de precaución, cámaras de videovigilancia, las calles se han hecho privadas derivado de los constantes asaltos y algunos otros han contratado seguridad privada.
“No soy seguridad pública, soy de una empresa de seguridad y solo vigilamos el estacionamiento de estos locales, si pasa algo como lo del asalto, eso ya no nos compete es de la policía municipal”, mencionó un vigilante de la avenida.
Pese a ser una zona comercial y exclusiva por estar a unas calles de la Casa Estado de México donde despacha el gobernador Eruviel Ávila, la zona padece constantemente con la delincuencia y es uno de los puntos ciegos de la ciudad por carecer de vigilancia y cámaras de videovigilancia.