El presidente de EE.UU., Donald Trump, culpó hoy a la oposición demócrata de la separación de familias indocumentadas, además de referirse a los inmigrantes pandilleros como “animales” y asegurar que México “no hace nada” para ayudar a Estados Unidos con el flujo irregular en la frontera.
Trump hizo esos comentarios en una reunión con representantes de localidades de California que se oponen a que ese estado sea un “santuario” para los inmigrantes indocumentados.
“Es algo horrible que tengamos que separar a las familias”, aseguró Trump, quien dijo que su secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, está pasando por un momento “muy duro” por eso.
“Pero los demócratas nos dieron esa ley. Nos dieron esa ley y no quieren hacer nada al respecto, la dejan así porque no quieren hacer cambios. Y ahora se están rompiendo familias debido a los demócratas. Es terrible”, indicó.
Trump no aclaró a qué ley se refería, pero su Gobierno anunció la semana pasada que enjuiciaría a todos los inmigrantes que cruzaran ilegalmente la frontera, incluidas las unidades familiares.
Nielsen reconoció el martes ante el Senado que la separación de familias es una consecuencia de esa política, pero aseguró que no es su propósito.
Cuando el Gobierno inicia procesos judiciales contra los adultos que han cruzado ilegalmente la frontera sur, sus hijos pasan a custodia del Departamento de Salud, que busca a un pariente en Estados Unidos o los traslada con una familia de acogida.
Según publicó en abril el diario The New York Times, que revisó datos oficiales del Gobierno, más de 700 menores han sido separados de sus padres en la frontera entre México y Estados Unidos desde octubre, incluyendo un grupo de niños de menos de cuatro años.
Trump también acusó a México de no hacer “nada” por Estados Unidos en la frontera, y pronosticó que el Congreso le concederá pronto “la financiación completa” para erigir su prometido muro.
“México no hace nada por nosotros. No hacen nada por nosotros. México habla, pero no hacen nada por nosotros. Especialmente en la frontera. Ciertamente no nos ayudan mucho en el comercio, pero especialmente en la frontera no hacen nada por nosotros”, aseguró.
“Tenemos a gente que llega al país que ustedes no creerían lo malos que son. Estas no son personas, son animales, pero los estamos sacando del país a un ritmo nunca visto”, subrayó Trump.
El presidente se refería aparentemente con su comentario de “animales” a los miembros de grupos criminales como MS-13 (Mara Salvatrucha), porque hizo ese comentario en respuesta a las quejas de la alguacil del condado de Fresno, Margaret Mims, sobre sus supuestas limitaciones a la hora de perseguir a esos pandilleros.
Trump tachó en la reunión de “vergüenza” las políticas de las alrededor de 200 ciudades, condados y otras jurisdicciones del país llamadas “santuario”, que no destinan recursos a perseguir a inmigrantes y se niegan a informar a las autoridades federales del estatus migratorio de las personas detenidas.
Arremetió en particular contra la ley estatal que el pasado 1 de enero convirtió a California en un “estado santuario” de inmigrantes, lo que limita la colaboración de las autoridades locales con las agencias federales migratorias.
Esa ley ha “espoleado una rebelión” entre varias localidades que no están de acuerdo con esa legislación y que la han demandado en los tribunales, aseguró el presidente.
Trump criticó especialmente a la alcaldesa de Oakland (California), Libby Schaaf, que en febrero pasado dio un aviso a la comunidad indocumentada de que las autoridades migratorias iban a iniciar detenciones en la localidad, una operación que llevó al arresto de unos 200 inmigrantes indocumentados.
“Yo recomendaría que miraras (si se puede acusar de) obstrucción de justicia a la alcaldesa de Oakland, Jeff”, dijo Trump dirigiéndose al fiscal general, Jeff Sessions, que estaba presente en la reunión pero no respondió.
A la cita acudieron el “número dos” de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy; y una representante republicana en la Asamblea de California, Melissa Meléndez; además de los alcaldes de Los Alamitos, Barstow, Lake Elsinore, Laguna Niguel, San Jacinto y Escondido; y representantes de los condados de Fresno, Stanislaus, San Diego, Orange y Lassen.