Ante el fenómeno del incremento de la incidencia delictiva en el estado de México, siete mil elementos militares han empezado a operar en suelo mexiquense como parte de la nueva estrategia de seguridad del gobierno federal.
Los policías castrenses realizarán labores de vigilancia en una de las entidades más importantes del país pero que permanece asediada por el recrudecimiento de la violencia e inseguridad, la cual cerrará este año como el de más casos de homicidios dolosos en toda su historia.
Este será uno de los principales delitos de alto impacto que buscarán atacar las autoridades, hasta el mes de octubre la entidad se ubicaba en el cuarto lugar nacional, además, durante octubre el promedio diario de personas asesinadas superó los 7 casos cada 24 horas, según las cifras.
“Desde luego el tema de homicidios es fundamental y para ello tenemos que atender el tráfico de droga o narcotienditas, robo de vehículos, temas de secuestro y derecho de piso son cosas en las que está asociado el homicidio”, indicó el fiscal Alejandro Gómez Sánchez.
Además, nunca antes se habían registrado tantos casos de mujeres asesinadas de forma violenta con casi 300, sin embargo, las estadísticas oficiales solo han clasificado 81 como feminicidios.
En los primeros diez meses del 2018, el Ministerio Público de la Fiscalía estatal encabeza el número de carpetas de investigación iniciadas con más de 228 mil, “el simple hecho de tener patrullajes en zonas rurales o calles por el ejército ayuda a disuadir la comisión de delitos”.
La estrategia plantea distribuir a los elementos en las regiones más conflictivas debido al número de densidad poblacional, entre ellos, Ecatepec, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla, Naucalpan, Toluca entre otros, aunque aún se analiza la redistribución del número como regiones.