El proyecto se llama Ecobloks, y es impulsado por vecinos de Atizapán y Naucalpan.
Para la obtensión del material se utiliza una máquina de 400 metros cuadrados que es la encargada de moler los deshechos, tanto orgánicos como inorgánicos, y el producto es una masa que puede ser usada para construcciones.
La firma que patentó el aparato se llama Soluciones SIG, éste es capaz de procesar 20 toneladas de basura al día, lo que puede ser utilizado para fabricar 18 mil ladrillos con un peso aproximado de 500 gramos.
Juan Carlos Calva, Director General de la empresa y vecino de Ciudad Satélite, Naucalpan, aseveró que el producto está libre de contaminantes, pues es desinfectado a través de químicos.
“Lo que hace esta máquina es que muele toda la basura, hace una molienda para generarnos una granometría especial y ¿en qué consiste esta granometría? En separar todas las partículas que pueda tener la basura.
“Viene una segunda fase, lo que nosotros hacemos o lo que hace esta máquina es que se le introducen unos químicos, se mezclan con todos estos químicos, no contamina y elimina las bacterias”, explicó.
Posteriormente, abundó, la masa pasa a unos moldes que le darán forma de acuerdo a lo que se necesite.
“La masa se ingresa en unos moldes y ya posteriormente estando en los moldes, los moldes pueden ser tabiques, para cualquier medida que nosotros necesitemos o se pueden hacer moldes específicos de cualquier tipo para las calles, o para bachear.
“El químico lleva una parte de cemento y de materiales que se utilizan para la construcción es ahí donde viene el tema de hacer un tipo de material duro, fuerte, compacto”, expuso.
