Ahora la evidencia es más fuerte que nunca, pues el Rover Curiosity de la NASA ha dado con un descubrimiento impresionante.

El vehículo localizó alto contenido de gas metano en la atmósfera marciana, un compuesto producido principalmente por seres vivos.

Esto confirmaría la existencia de microorganismos en el planeta rojo, aunque aún no se hace el anuncio oficial.

A través de los años los descubrimientos del Curiosity datan del 2012 y 2013, pero la medición de la semana pasada supera en tres veces la última vez.

Cabe la posibilidad de que los organismos internacionales reconozcan abiertamente que no hay dudas: hay vida en Marte, aunque sea en forma de microorganismos.