Juan Carlos “N”, quien asegura que asesinó a 20 mujeres en Ecatepec, reconoce que no puede salir de ésta, “pero si salgo de una vez les digo a los patrones, voy a seguir matando mujeres”, afirmó al ser entrevistado por un perito de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, señalando que por la voz que le dice que lo haga, por odio y porque es una necesidad que tiene.
Ahí señaló que los corazones encontrados en frascos con formo, son ofrendas, porque a él le dijeron, “yo te pongo a esta mujer, dale en su pinche madre y dame su corazón en ofrenda”, le decía una voz.
El hombre asegura no está loco, señala que por necesidad prefiere que sus perritos coman carne, de estas mujeres, “a que ellas sigan respirando mi oxígeno, refiero mil veces que los perros y las ratas coman carne a que ellas sigan caminando por ahí”, sostiene con mucha serenidad.
Juan Carlos “N”, dijo que cuando sucedió lo de Mónica, su anterior pareja, no le hicieron caso, los policías en ese momento se burlaron de él y le dijeron que su mujer se había ido con otro cabrón y que el niño no era de él, ya deja de moverle, “yo la quería mucho”, dice haciendo un gesto parecido a un puchero, agitándose su cuerpo como si quisiera llorar.
Y con la voz entrecortada afirmó, “Yo dije, si yo no fui feliz en ese momento, ya nadie lo va a ser”, porque a todos los familiares de esta chica yo les hablada bien, principalmente a don Salvador, y me chingué a su hija y me chingué a su nieta” .
Al cuestionamiento sobre si ha intentado ir a atención psicológica, asegura luego de limpiar una lágrima: “Yo estoy bien, yo estoy bien” y mueve su cabeza de un lado a otro.
“Lo que hago está bien patrón, porque esto limpiando al mundo nada más de porquería”, sostiene asegurando que está completamente sano y bien.
Explica que fue al kinder, que era de lento aprendizaje, pero después de que cayó del al escalera iba con puro diez, “no sé si se inflamó el pinche cerebro que iba bien en la, desgraciadamente meo daba cuenta de cosas que muchos niños no se dan cuenta a su esa edad.
Asegura que desde la secundaria hasta las 22 años tuvo muchas novias, “después de los 22 años, toda pareja sentimental que y tenía, terminaba dándome en la madre por mínimos pretextos”.
Reconocer que fue abusado, porque a los diez años su mamá lo dejaba encargado con una mujer para irse de “puta”, “esa mujer me lo chupaba, esa mujer se subía, esa mujer me hacía hacerle cosas que a mí como niño me desangraba bastante”.
“Mi mamá andaba también de puta con uno y con otro guey, la veía yo como le lazaban las patas, como la ponían de perro, escuchaba y sus ruidos y mi papá trabajando, mi papá estuvo de mandilón sin ella, mi mama quería navajearlo, y ni cómo defender a mi papá sino podía”, contó.
Juan Carlos refirió que salió de su casa a los 16 años, tuvo trabajos ocasionales, en los que no duraba; a su esposa la conoció en un bar de donde la sacó, “estaba yo así de darle en la madre a mi propia esposa, antes de que fuera mi esposa, pero me hizo la noche, me alivianó me hizo reír, fue diferente, se parece tanto a ella, se parece mucho”, contó con la voz entrecortada, posiblemente refiriéndose a Mónica.
Nunca tuvo problemas con la justicia, sólo fue detenido una vez portando una navaja, “esa va la cargue porque quería picar al primero que encontrara, pero me agarró la patrulla”.
Este sujeto señala que praticó el Box, Kick Boxing, de ahí la fortaleza física para dominar a las mujeres y asesinarlas.
Refirió que fue hospitalizado sólo cuando se cayó de dos pisos, estuvo un mes internado, “creían que iba a quedar más pendejo de lo que estaba, pero la escuela me aliviano”.
A los 17 o 18 años consumía alcohol, hacía tres meses que había tomado, “no tomo, no fumo, no me drogo, mi sangre está totalmente limpia”, señala indicando que de “morro”, probó el activo, algún cigarrillo de madrugada y en el ejército una vez le dieron a probar cocaína, “si quieres saber lo que estás combatiendo, llégale”, indicó que le dijeron.
Dice que siempre le duele su cabeza, pero lo que siempre le molesta es la presencia de un perrito negro, “siempre los veo, ahí está, no, no me diga eso, vi un perrito, se lo dije a mi esposa, pero me molesta que me traten de buey, ¡ahí ese pinche perro negro”, dice concluyendo ahí la entrevista con el perito.