Instantes después de asegurar que sus adversarios le tienen miedo, un niño vendedor de papas, conmovió a Delfina Gómez Álvarez, cuando se acercó por sorpresa y le regaló una bolsa de papas fritas a la candidata de Morena.
Estaba apunto de terminarse el evento que sostuvo la maestra con militantes y simpatizantes en la plaza principal de este lugar. Recién les había pedido que no vendieran sus conciencias por un partido que solo los busca en elecciones.
Apenas terminaba de hablar con el megáfono por unos minutos, pues se descompuso el micrófono. Se estaba despidiendo, cuando el menor que iba aún con su uniforme de la primaria se acercó a la candidata, y le obsequió parte de su sustento, y quizá hasta el de su familia; una bolsa de papas de diez pesos, no tenía ni salsa Valentina ni limoncito, por cierto.
La ex presidenta municipal de Texcoco, dijo sentirse conmovida, por instantes no supo qué decir, en seguida reflexionó sobre la pérdida en la capacidad de asombro que la sociedad padece. Esa capacidad dijo, que debe tener el mundo de asombrarse todavía de cosas como esta, de que un niño tenga que trabajar.
Aseveró en las faldas del imponente volcán Popocatépetl, que la incapacidad para gobernar de los gobiernos del PRI y PAN, se ve reflejada en los millones de niños y jóvenes que como él, tienen que trabajar cuando lo que debería de estar haciendo es su tarea. Por ellos, mencionó, es “hora de pedirles cuentas y de exigir que el dinero llegue a donde debe”, remató.