Es bien sabido que las vitaminas ayudan en el proceso de recuperación de una enfermedad, en el caso de los resfriados y la gripe es común ingerir muchos alimentos ricos en nutrientes, al pensar que entre más vitaminas mejor, pero no siempre es bueno para la salud consumir grandes cantidades de vitaminas.
Las vitaminas en cuestión son la A y la C, de acuerdo con un estudio de la Universidad Complutense de Madrid, consumir altas cantidades de estas vitaminas resulta contraproducente para el organismo.
Ambas son solubles en grasa por lo que es más fácil exceder su consumo. La Universidad Estatal de Oregón asegura que la intoxicación por vitamina A causa dolores de cabeza, fatiga y náuseas, aunque es muy difícil padecer esto con el consumo de alimentos ya que la principal causa de intoxicación por esta vitamina se debe al uso incorrecto de suplementos.
Por otro lado, la Clínica Mayo señala que para los adultos, la cantidad diaria recomendada de vitamina C es de 65 a 90 miligramos por día, y el límite máximo es de 2000 mg por día. Aunque es poco probable que la ingesta excesiva de vitamina C en la dieta sea perjudicial, las megadosis de suplementos con vitamina C pueden provocar diarrea, náuseas, vómito, acidez estomacal, cólicos, dolor de cabeza e insomnio.
La publicación añade que para los adultos una naranja o una taza de frutos del bosque, de pimiento rojo picado o de brócoli proporcionan la cantidad diaria suficiente de vitamina C.
No debemos basar la alimentación en una sola vitamina, por el contrario, la recomendación es tener una dieta balanceada y hacer ejercicio para activar el sistema inmune, de esta manera podremos recuperarnos rápidamente de las enfermedades.