Pence viaja a la frontera con México para supervisar la construcción del muro

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El vicepresidente, Mike Pence, visitó hoy la frontera entre Caléxico (California) y México para supervisar los trabajos de reposición de la valla fronteriza y entrevistarse con agentes de la Patrulla Fronteriza.

Pence refirió que los integrantes de la caravana que acaban de entregarse en la frontera en búsqueda de asilo están siendo explotados y que su llegada responde a lo inefectivo de las actuales leyes de inmigración.

“En muchos casos, en este día y en otros que lo han precedido, hombres, mujeres y niños como los que hoy se encuentran en nuestra frontera son traficados por contrabandistas, criminales y carteles de droga que se aprovechan de sus dificultades para socavar nuestras leyes y sacar provecho para ellos”, señaló el vicepresidente de Estados Unidos durante su discurso ante decenas de miembros de Patrulla Fronteriza en la base militar El Centro.

La visita del mandatario a la frontera en Caléxico se da un día después de que decenas de integrantes de la caravana que se inició con unos 1.500 migrantes centroamericanos y arrancó su viaje en Tapachula (Chiapas) llegaran a la garita internacional en búsqueda de refugio.

Pence agradeció públicamente la intervención del gobierno mexicano para que únicamente hayan llegado “menos de 150” a solicitar asilo en la frontera, lo que a su juicio, responde a que las actuales leyes de inmigración se los permite.

Desde el domingo por la tarde, decenas de ellos acampan a las afueras del cruce peatonal entre Tijuana (México) y San Diego (California) en espera de ser recibidos por autoridades estadounidenses.

Horas antes de su arribo, la Oficina de Inmigración y Aduanas (CBP) anunció que no había capacidad para procesar a los solicitantes, por lo que tendrían que esperar en territorio mexicano hasta que tuvieran espacio para ello.

Como parte de su visita, el vicepresidente se trasladó a la línea donde actualmente avanza un proyecto para reemplazar la actual cerca fronteriza entre Caléxico y México que fuera instalada en la década de 1990.

La jefa de Patrulla Fronteriza, Carla Provost, obsequió a Pence con una pieza de metal perteneciente a una de las secciones que ya ha sido cambiada.

Previo a su recorrido, el político reiteró ante un grupo de agentes fronterizos que el gobierno federal continúa sus planes de construir el prometido muro a lo largo de la demarcación como estrategia de seguridad.

“Déjenme hacerles una promesa: cuando se trata del muro fronterizo, vamos a construirlo completo”, sostuvo.

Tal y como lo ha dicho el presidente, Donald Trump, en otras ocasiones, Pence concuerda en que las actuales leyes de inmigración “no son efectivas” y propician la entrada de indocumentados a Estados Unidos.

Por ello hizo un llamado al Congreso a cerrar las lagunas jurídicas que consideró son aprovechadas por traficantes, tales como el programa de “capturar y liberar” o las medidas de asilo político que “no requieren que la gente se quede en el primer país seguro al que llegan”.

“Bajo este presidente, (bajo) esta Administración, no vamos a descansar hasta que el Congreso pase una legislación que modernice nuestras leyes de inmigración y retiren el mensaje y los incentivos a la gente del sur que intenta ingresar a nuestro país”, dijo Pence.

También manifestó que es necesario ir contra las políticas de las denominadas “ciudades santuario”, en donde se limita la colaboración entre los departamentos de policía y autoridades de Inmigración, al igual que (en su opinión es necesario) financiar la edificación del prometido muro fronterizo para disuadir el cruce de indocumentados.

La visita de Pence se da un mes después de que Trump hiciera los mismo en la frontera entre San Diego (Estados Unidos) y Tijuana (México) para ver los ocho prototipos del muro que podría ser su legado.

En su primera visita a California desde que ganó las elecciones, en abril último, Trump revisó los ocho prototipos del muro fronterizo, su gran promesa electoral, que fueron levantados en un área entre Otay Mesa (California, EE.UU.) y Tijuana (México).

Trump dijo entonces que su visita a la frontera fue “fascinante” y aseguró que hay “dos o tres” de esos modelos preliminares que “realmente funcionan” y que no pudieron ser trepados por escaladores.

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