Hay que rascar en la vida de Vicente Fox después de la presidencia para ver sus intenciones petroleras. Resulta que el panista que gobernara el país en el año 2000 se ha enfocado totalmente a la actividad empresarial después de que acabara una presidencia llena de críticas. Con esto, sus intenciones han ido desde la defensa de la legalización de la marihuana en México hasta la promoción general del polémico fracking.
Pero primero revisemos de qué se trata todo esto. El fracking es una práctica hidraúlica tremendamente popular en las últimas décadas, en donde las empresa petroleras fracturan el suelo de forma artificial para genera una mejor extracción de petróleo. Cada que se realiza esta práctica se altera el suelo y los colectivos ambientalistas advierten sobre problemas ecológicos preocupantes. El fracking ha generado daños al subsuelo y un enorme desperdicio de agua, ya que para cada fractura artificial del suelo se usan hasta 29 millones de litros de este líquido.
Por eso es que el futuro presidente de México ha prometido terminar con el fracking en México para proteger el ecosistema nacional. Como consecuencia, Vicente Fox ha explotado en contra de López Obrador, asegurando que el fracking es una práctica legítima que generará riquezas en el país, mejores empleos y eliminará la pobreza en zonas claves del mapa nacional. La defensa de Fox a esta práctica no puede entenderse sin revisar sus nuevos empleos. El panista se ha volcado como empresario petrolero y muchos de sus intereses están ligados al fracking y la extracción rápida de yacimientos.
Fox es un socio importante en la firma EIM Capital, una compañía petrolera que ha alcanzado avances notorios desde la entrada de la reforma energética. El Fox petrolero ha estado interesado en impulsar iniciativas como el fracking bajo el argumento de que la tecnología actual hace que la práctica de fracturación hidráulica sea totalmente limpia y no dañe al ambiente. “Es falso que afecta los recursos naturales y el medio ambiente, hoy con tecnología se logran las dos cosas: generar riqueza y proteger al medio ambiente”, comentó el guanajuatense.
La empresa para la que trabaja Fox fue creada apenas hace cuatro años y se ha sabido abrir paso en el sistema energético empresarial, gracias a la labor de cabildeo y gestión del expresidente y otros colegas panistas, incluido su exsecretario de comunicación, Pedro Cerisola. Desde ese momento, han estado muy pendientes de las licitaciones derivadas de la reforma energética para hacerse con contratos en donde piensa usar el fracking inmediato para acelerar la extracción de recursos en varios yacimientos claves. Por lo tanto, Fox se ha convertido en uno de los políticos-empresarios que más fomenta esta actividad.
Las críticas al fracking también cuestionan el uso de gas metano en el proceso, en donde el 90% de las emisiones de este gas dañan severamente la capa de ozono. Además, las sustancias involucradas en el agua que se utiliza en la fracturación hidráulica está contaminada con químicos cancerígenos, comenta la Alianza Mexicana contra el Fracking. Con esto, se pretende anular por completo la práctica petrolera para proteger la salud del suelo, el agua y las poblaciones cercanas. López Obrador ya prometió anular toda intención de fracking en el país.
Recordemos que la reforma energética se firmó durante el inicio de sexenio peñista, pero las primeras intenciones de reformas el sector energético se hicieron durante el gobierno de Vicente Fox. Al panista le urgía modificar la ley para darle poder a firmas petroleras como la que ahora dirige junto a varios socios. Ahora como empresario petrolero, y sin pensión presidencial, Fox se está esforzando por convencer a López Obrador para que permita el fracking en el país, asegurando que haría que México volviera a ser el gran país petrolero que fue hace décadas.