La criminalidad, los desastres, la minería, la tala ilegal y conflictos locales, dejan cientos de miles de desplazados en México, según observaciones preliminares de Cecilia Jimenez-Damary, relatora especial de la ONU que concluyó este viernes una visita de trabajo.
La experta en derechos humanos de las personas desplazadas internas llegó al país el 29 de agosto para visitar cuatro distritos mexicanos y entrevistarse con autoridades y activistas para conocer la situación de quienes se ven obligados a dejar sus lugares de origen.
Jimenez-Damary explicó que el gobierno federal no cuenta con una estadística, pero que “fuentes secundarias”, como organizaciones, académicos y autoridades locales, le entregaron estimaciones de que habría entre 350 mil y 400 mil desplazados internos en México, con 126 millones de habitantes.
“He observado que las causas del desplazamiento son diversas y multifactoriales. Entre ellas están distintos tipos de violencia, a menudo originada por el crimen organizado, a veces relacionadas con los proyectos de desarrollo, la minería y tala ilegal, o por los conflictos electorales, religiosos y agrarios”, dijo
Explicó que México no cuenta con un registro para medir la magnitud del problema, pero reconoció los esfuerzos del gobierno para elaborar una estadística y poner en marcha políticas públicas para atender y prevenir el desplazamiento.
La experta ha estimado que son miles las personas que han sido empujadas a dejar sus hogares, siendo los indígenas los más afectados.
“A pesar de que los pueblos y comunidades indígenas representan el 10% de la población total de México, más del 40% de los episodios de desplazamiento registrados por la sociedad civil en 2020 afectaron a pueblos indígenas”, dijo.
Subrayó que la impunidad y las fallas en el sistema de justicia y de seguridad también son factores que inciden de manera importante en el desplazamiento de personas que por temor prefieren dejar sus hogares.
“En ciertas regiones del país, el crimen organizado atemoriza, controla territorios y poblaciones, a través de amenazas, intimidación (…) pocas veces se efectúan investigaciones, incluso sobre los crímenes más graves como homicidios y desapariciones”, explicó.
La violencia de género, añadió, hace a las mujeres y las niñas particularmente vulnerables, pues ante amenazas y agresiones se ven obligadas a huir de sus hogares, con lo que su familia queda desintegrada, además de que pierden su patrimonio y su modo de vida.
La experta presentará su informe final ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en junio de 2023.
Uno de los casos más recientes de desplazamiento interno se registra en el norteño estado de Zacatecas, donde los habitantes de comunidades como Palmas Altas dejaron sus hogares ante los ataques de grupos criminales que se disputan la rutas del trasiego de drogas.