Todas queremos gastar, salir cada fin de semana, viajar, tener carro, pero se nos olvida tener una organización financiera
¿Alguna vez te has preguntado cómo es tu relación con el dinero? Este es un tema tan común que comienza desde que somos pequeñas y escuchamos a nuestros padres hablar de él, sobre sí alcanza, cómo y en qué gastarlo, deudas y demás.
Sin embargo, conforme vamos creciendo poco se nos enseña sobre finanzas, el correcto uso de las tarjetas de crédito, métodos para ahorrar, cómo invertir, impuestos y es sólo hasta que nos equivocamos o tenemos una importante deuda con el banco que comenzamos a ser conscientes de la importancia de saber administrar nuestro dinero y ahorrar.
Sin duda, frases cómo “el dinero es para gastarse”, “para eso trabajo”, “me lo merezco”, “soy abundancia”, entre otras las usamos como justificaciones y las consecuencias vienen cuando vemos nuestro estado de cuenta o cuando simplemente la quincena no nos rinde.
Las mujeres y nuestra relación con el dinero están plagadas de falsas creencias, prejuicios, así como pensamientos y emociones que van desde culpa, frustración, estrés, y hasta insatisfacción personal.
En estos tiempos las compras compulsivas, romantizar nuestras deudas, manifestar abundancia, los gastos hormiga y aferrase a un estilo de vida que no corresponde a nuestros ingresos se ha normalizado tanto que debería preocuparnos.
Todas queremos gastar, comprar ropa cada mes, ir por ese café que tanto nos gusta, salir cada fin de semana, viajar, tener carro, pero se nos olvida tener una organización financiera.
“Comiendo atún, pero en Cancún”, “total, endeudada ya estoy”, “me repongo en la quincena”, se escucha divertido, pero no lo es cuando arruinan tus finanzas y te provocan ansiedad y hasta insomnio.
Dinero y emociones
Los sentimientos y emociones que nos genera el dinero son indispensables para entender qué nos está alejando de él o qué no nos permite poner un orden a nuestras finanzas.
No se trata sólo de tener un conocimiento técnico o teórico sobre cómo administrarte cuando no sabes ni por dónde empezar y de pensarlo te invade todo tipo de emociones, entonces prefieres evitar el tema.
Nuestra formación financiera sí empieza en el entorno familiar, donde tomamos hábitos y creencias respecto al dinero, de ahí la necesidad del autoconocimiento.
El reporte de Bienestar Financiero 2023, publicado por Invested, reveló que el 85% de los mexicanos enfrentan “estrés financiero”, además de que el 96.13% de las mujeres no tienen claros sus objetivos cuando de finanzas se trata.
Esto se debe una falta de educación financiera y cuando se presenta un endeudamiento la persona pasa por la negación y la confrontación de su realidad financiera, que inevitablemente los lleva a un alto nivel de estrés.
Según la Asociación Nacional para la Salud Mental de Reino Unido estas son las características para identificar si estás pasando por estrés financiero:
Evitas consultar tu saldo o hablar con tu banco por miedo.
Te estresa intentar entender cómo funcionan las instituciones financieras.
Tienes sentimientos de culpa cuando gastas dinero, incluso cuando está contemplado en tu presupuesto.
Te hacen sentir agotado tus problemas de dinero.
Sientes estrés por la presión de tener que mantenerte o mantener a otros.
Salud financiera
Es posible alcanzar una salud financiera cuando le perdemos el miedo y reconocemos el estado de nuestras finanzas, para ello la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) recomineda algunos pasos:
Evaluación: gastos básicos mensuales, nivel de endeudamiento, gastos hormiga y tus ingresos mensuales.
Adiós, deudas: realiza un presupuesto, donde deberás determinar un monto fijo mensual que te permita liquidar una a una tus obligaciones financieras.
Ingreso extra: si está dentro de tus posibilidades, busca equilibrar tu actual empleo con un proyecto que te permita tener un ingreso extra que te será útil para comenzar a ahorrar.
Compras inteligentes: planea tus gastos fijos, compara precios y por favor, evita las compras impulsivas, aunque para eso trabajes.
La brecha salarial sí importa
En México persiste una brecha salarial entre hombres y mujeres del 14%, es decir, que por cada 100 pesos que un hombre recibe por su trabajo al mes, una mujer apenas obtiene 86 pesos, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
En su estudio sobre “Brecha Salarial de Género” señala que las mujeres se siguen enfrentado a barreras que van desde entrar, permanecer y crecer en sus empleos, además de los estereotipos de género sobre la fuerza laboral.
A esto hay que sumarle que somos nosotras quienes enfrentamos una mayor carga de trabajo no remunerado, que se refiere al trabajo doméstico y las labores de cuidado, ya sea de niños, personas de la tercera edad, personas con discapacidad o enfermas.
La propia Organización Internacional del Trabajo (OIT) reconoce que la inclusión financiera proporciona a las mujeres las herramientas para generar ingresos, acumular activos y gestionar riesgos financieros, lo cual resulta beneficioso tanto para los hogares, comunidades y la sociedad.
Una independencia o autonomía económica sí es una herramienta importante y poderosa para las mujeres sobre todo cuando las oportunidades y condiciones pueden ser mejores a las que enfrentaron nuestras madres o abuelas.