Y todavía no lo aplican. Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) se lamento porque la decisión tripartita para definir el incremento al salario mínimo en la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) ha sido tardía porque la inflación no cede.
Aunque existía un acuerdo entre el sector privado para elevarlo, se prevé que antes del 15 de noviembre se defina el monto del incremento del salario mínimo.
El CCE ha manifestado que hasta en tanto la inflación se ubique en 3 o 4%, podría ser manejable el aumento salarial, pues de lo contrario se teme el efecto faro, que provocaría una espiral inflacionaria.
“Debe de ser un consenso entre las tres partes y debemos de ser muy responsables. Existe voluntad del sector empresarial de tomar en cuenta las demandas del sector obrero y el impulso por parte del gobierno para que demos lo mejor posible, pero al mismo tiempo tenemos que ser muy responsables, y, precisamente porque la inflación no ha cedido, nos estamos tardando en encontrar la mejor fórmula para la recuperación de los salarios”, detalló Juan Pablo Castañón.
Añadió que si el análisis del banco central indica que hasta principios del 2018 regresaremos a indicadores inflacionarios confiables, estables como se tenían en años anteriores, sería en ese momento cuando se tendrían que tomar las decisiones.
Falta buena voluntad del gobierno federal
Castañón dijo que la negociación entre el gobierno federal, los obreros y los empresarios se mantiene hasta en tanto no se terminen de analizar los diagnósticos solicitados de impacto inflacionario, temas de vivienda, macroeconomía y otros.
Es “una decisión delicada” mientras que la inflación no ceda, acotó.
El líder del sector empresarial expresó que el gobierno federal debe dar muestras de una política pública que ayude a la productividad de las empresas, y eso no ha sucedido, pues de darse permitiría a los patrones otorgar el aumento salarial.
El presidente del CCE mencionó que se trabaja con la Secretaría de Hacienda, en el marco de la Ley de Ingresos de la Federación, para que se mejoren los salarios de los trabajadores sin un impacto en el tabular que les obligue a pagar más impuestos.