De todos es sabido que las cárceles no educan a los presos y al contrario antieducan y los perfeccionan en el delito. En las últimas semanas, Letra Roja ha dedicado grandes espacios a este tema y a los enfrentamientos que se han desatado en las calles de la ciudad de México por el control del Reclusorio Oriente.
Pero no es sólo en este reclusorio. De acuerdo a una fuente cercana a Letra Roja, el pasado viernes 20 de noviembre fueron detectados dos custodios, identificados como Alejandro Gutiérrez y Sergio “N”, en la aduana de vehículos introduciendo más de 23 litros de activo -en botellas de agua-, cuatro pantallas de televisión, 10 teléfonos celulares y cerca de 500 prendas de diferentes colores.
Los custodios fueron detectados por un subjefe de Grupo, identificado como el custodio “Zaragoza”, quien “echó de cabeza” a sus compañeros. Se presume que el custodio acusó a sus compañeros no por ser buen funcionario público, sino porque el negocio no lo beneficiaría en esta ocasión. Así funcionan las cosas al interior de los reclusorios.
De acuerdo a la fuente consultada por este medio de comunicación, quienes intentaron introducir los productos prohibidos al reclusorio son gente del Comandante Esparza, mejor conocido como “El Muerto”.
Es conocido entre administrativos del Reclusorio Sur que tanto el Comandante Esparza, como el Comandante Aguirre, operan al interior del penal, vendiendo y rentando al por mayor todo lo que supuestamente está prohibido.
El activo -que el viernes pasado intentaron ingresar al reclusorio-, se cotiza al interior del penal en dos mil o dos mil 500 pesos el litro, ¡todo un negocio! pues con los 23 litros que se pretendía vender a reclusos los funcionarios públicos habrían recibido casi 60 mil pesos.
Este producto en tlapalerías y tiendas de autoservicio tiene un costo de 130 a 315 pesos.
Como en Letra Roja hemos dado a conocer, son varios los negocios que se manejan al interior de los reclusorios del Distrito Federal: Renta de celulares, venta de comida, venta de droga, venta de ropa. El panorama de los penales se complica al interior y al exterior de los mismos. Seguimos esperando la respuesta de las autoridades ¿sacamos una silla?
