El coordinador de Seguridad Regional de la Policía Federal envió una carta a Calderón en la que le señaló una serie de anomalías de Genaro García Luna, entre ellas la imposición de elementos y hacer de los operativos eventos mediáticos.
El coordinador de Seguridad Regional de la PF, Javier Herrera Valles, envió una carta en febrero de 2008 al presidente Felipe Calderón en la que le relató distintas irregularidades en la dependencia debido a las decisiones del secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.
Ayer el ex presidente aseguró que jamás tuvo información o evidencia de los hechos que se imputan en Estados Unidos a su ex funcionario, quien fue detenido el lunes en Texas. Sin embargo, se dijo abierto a explicar y rendir cuentas a los ciudadanos.
Entre las anomalías detectadas, narró que García Luna acomodó en puestos de la Policía Federal a elementos de su confianza con los que trabajó en la entonces Agencia Federal de Investigación, los cuales cometieron abusos en sus puestos anteriores, que fueron desde la venta de plazas, hasta secuestro homicidio y narcotráfico.
Otra de las irregularidades de las que informó a Calderón fue sobre los operativos que ordenaba o encabezaba García Luna, ya que, afirmó, sólo buscaba que fueran eventos mediáticos.
Tres meses después, Herrera Valles envió otra carta al Presidente donde le señaló que tuvo varios problemas para entregarle la primera e incluso fue amenazado. Dijo que primero buscó hacérsela llegar a través de la Procuraduría General de República y de la Secretaría de Turismo.
Detalló que el entonces secretario del subprocurador de Derechos Humanos de la PGR le llamó para disuadirlo de entregarle la carta, ya que “García Luna era uno de los consentidos de Calderón” y “le podría ir muy mal”.
Mencionó que la carta la pudo hacer llegar a las manos de Calderón gracias a que un diputado se la dio a su entonces secretario particular, César Nava.
Herrera Valles envió una copia de estar carta a la Organización de los Estados Americanos, a la Secretaría de la Función Pública y a la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Seis meses después, el coordinador de Seguridad Regional de la Policía Federal fue detenido y sentenciado a 10 años de prisión por presuntamente tener vínculos con el cártel de Sinaloa, organización criminal con la que Estados Unidos liga a García Luna, al acusarlo de recibir sobornos para que pudiera operar en México.
Herrera Valles consiguió su libertad tres años después de haber sido detenido, luego de que un tribunal lo absolvió de los cargos que se imputaban.