Guadalajara, Jalisco.- Un sujeto de Guadalajara podría pasar un buen tiempo tras las rejas luego de que sus vecinos lo denunciaran por maltrato animal: dejó morir a su perro en la azotea, el mismo que usaba para participar en peleas caninas.
Jorge Uriel Rosales, habitantes del sector Libertad, fue denunciado por vecinos ante la Fiscalía General de Jalisco por el delito de maltrato animal.
La acusación se realizó luego de que, con el paso de los días, los vecinos se fueron dando cuenta de un fétido olor que emanaba de la azotea de la vivienda que ocupaba Uriel Rosales.
Alguno de los habitantes, movido por la curiosidad, se asomó para observar qué era lo que provocaba la peste. Para su sorpresa se encontró con el cadáver en avanzado estado de descomposición de un perro raza pitbull de color gris.
El animal se encontraba al exterior de un cuchitril que le servía como refugio en la azotea de la vivienda ubicada en la calle Javier Mina.
Por lo anterior, vecinos decidieron interponer la denuncia ante la Fiscalía General de Jalisco por el delito de maltrato animal.
Según la ley en el estado, el muchacho podría recibir de seis meses a tres años por matar a un animal. La pena podría incrementarse si se le comprueba que en la muerte del animal existió agonía prolongada.
Por el momento, la primera línea de investigación apunta a que el perro fue malherido en una pelea y que el dueño simplemente lo abandonó a su suerte en el último piso de la azotea.
Pese a los aullidos de dolor y hambre que seguramente emitió el perro, ninguno de los vecinos tuvo el valor para llamar antes a la Fiscalía General del Estado para que el animal fuera rescatado a tiempo. La indiferencia tanto del dueño, como de los demás habitantes de la colonia, acabaron con la vida de este peludito.