Durante el cierre de campaña de Javier Duarte, EPN y Angélica Rivera fueron los invitados de honor del hoy detenido
“Un hombre de convicciones, de lealtad para la gente a quien hoy le está pidiendo su confianza… Representa a las nuevas generaciones”, fueron las palabras del Presidente Enrique Peña Nieto para elogiar a Javier Duarte, detenido ayer en la noche en Guatemala, durante su cierre de campaña en 2010. Más de seis años después el exmandatario enfrenta cargos por corrupción, enriquecimiento ilícito y delitos contra la salud.
Era una tarde soleada de sábado en Xalapa, Javier Duarte cerró su campaña a la gubernatura de Veracruz, a lado de su esposa Karime Macías y sus dos pequeños hijos.
Al evento acudieron, como invitados de honor, el entonces gobernador del Estado de México Enrique Peña Nieto y su entonces prometida Angélica Rivera.
Todo era felicidad, Peña mostró su apoyo incondicional al candidato priísta quien, días después, el 4 de julio ganó las elecciones.
El hoy Presidente se desvivió en elogios hacia el hombre de lealtad (a su partido y a la gente) que decía era Duarte.
Por su parte, el exgobernador veracruzano, recordó que estaba en juego el futuro de todos los veracruzanos e hizo un llamado para “juntos lograr que Veracruz siga adelante”.
Años después en abril del 2016, el entonces candidato panista a la gubernatura de la entidad, Miguel Ángel Yunes Linares, acusó a Duarte de enriquecimiento ilícito, para entonces ya había una investigación periodística sobre unas empresas fantasma con las que hizo contratos millonarios; de hecho, su gobierno empezó a recibir el rechazo y las críticas luego de los asesinatos a periodistas (19 durante los seis años de su gestión), entre los que destacó el de Rubén Espinoza.
Después de que se fugara, luego de jurar que no iba a hacerlo, se ventilaron más presuntos delitos, el más polémico fue que, durante su administración, se dio agua en vez de medicina a niños con cáncer.