Víctima de bullying por parte de sus maestros, directivos y comunidad estudiantil, una madre y su hijo que denunciaron el caso ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) no aceptaron la “disculpa pública” porque no cumplía con las términos que ellos esperaban.
El acto protocolario reunió funcionarios de la CEDH y prensa, así como a maestros y directivos, quienes agraviaron en 2013 al niño, de entonces nueve años.
En ese año, la señora Martha Esther Rodríguez Rodríguez acudió a interponer una queja en contra de los profesores y directivos de la escuela primaria federal “Emiliano Zapata Salazar” de Chicoasén. La madre de familia argumentó que esos docentes cometieron acciones de discriminación y hostigamiento en contra de su hijo Knight Antonio Martínez Rodríguez.
Además, permitieron que su hijo de nueve años que cursaba el cuarto año de primaria fuera agredido por otros niños de la misma escuela, sin que nadie lo impidieran. Estos abusos en contra del pequeño duraron varios meses ocasionándole afectaciones psicológicas
Los maestros y alumnos se burlaban del pequeño por un problema de lenguaje que le impedía expresarse bien. Víctima del bullying, el pequeño lloraba y se resistía a ir a la escuela.
La madre al reclamar fue encarada por los propios docentes, quienes incluso pidieron ayuda de otros padres de familia, donde al final de cuentas los agraviados fueron expuestos como una familia “conflictiva”.
Tras varios meses de investigación la Comisión, a través de la directora de Seguimiento de Recomendaciones, Catalina Torreblanca García, acordaron realizar el acto de disculpa pública. Pero luego que el profesor Alejandro Salazar Trinidad diera lectura a un escueto documento y observar cómo guardaban silencio las otras dos maestras señaladas, la mujer dijo que no firmaría el acuerdo de “disculpa pública”.
“Ni siquiera pido reparación de daño por la vía económica, lo único que pido es que reconozcan públicamente que sí son responsables del daño que le ocasionaron a mi hijo. Sólo se limitaron a leer un documento vacío o hueco, pero nada dijeron de reconocer su error. Así no doy por aceptada la disculpa” dijo la madre.la madre molesta, retirandose de la mesa.