Ciudad de México.- Para ser periodista no siempre hay que ser escrupuloso con las fuentes, ni tener una opinión propia; ni siquiera se requiere ser crítico contra el sistema, sino que uno que otro vivillo ha decidido apegarse a él cuanto se pueda -como sanguijuela- y vivir parásitamente del mismo régimen.

Es el caso del siempre vendido ‘periodista’ Ricardo Alemán, quien es conocido en los círculos de la prensa como una zalamera pluma a favor del Partido Revolucionario Institucional.

En su más reciente columna de opinión califica a Morena y a Andrés Manuel López Obrador ‘campechanamente’ como ‘los políticos Cruz Azul’ o aquellos que siempre pierden.

En una reducidísima y simplificada visión de la realidad, Alemán arguye que los políticos del Movimiento de Regeneración Nacional deberían aceptar la derrota sin cuestionar y con sumisión. Apela además a que esto sucede en ‘cualquier democracia madura’.

Cabe recordarle a Alemán que en una democracia madura, el instituto encargado de arbitrar los comicios no permite la cínica compra de votos, la operación ‘carrusel’, el ‘mapacheo’, el control de lista nominales, los ‘acarreados’ y un completo apoyo del Gobierno Federal para que gane su candidato con entrega de apoyos sociales a nombre del candidato del Mazo.

En una ‘madurez política’, el Instituto Nacional del Estado de México (IEEM), ni el Instituto Nacional Electoral (INE), tampoco se quedarían como espectadores pasivos de un fraude que sucedía frente a sus mismos ojos y que incluso está previsto en la misma constitución.

Además, ¿Qué valor moral tiene una persona como Ricardo Alemán? Una pluma vendida al servicio del poder para hablar de moral y ética política que confunde al lector con una opinión sesgada.

Pero ahí no paró la crítica del servil escribidor del PRI: también se lleva ‘entre las patas’ a Josefina Vázquez Mota y a Ricardo Anaya del PAN.

De ellos afirma que su estrategia fue toda errónea que la mandó a la cuarta posición de la contienda.

Palabras inútiles para un electorado que ya se dio cuenta que no todo lo que sale en las columnas es verdad; detrás de estos movimientos políticos hay muchas artimañas confabuladas de la plutocracia que gobierna al país.