En el marco del día de la Libertad de expresión, miles de comunicadores marchan en diversas ciudades de todo el país para protestar contra la violencia que aqueja al gremio, pues desde el año 2000 a la fecha se registran 106 periodistas asesinados por el ejercicio de su trabajo; durante el sexenio de Enrique Peña Nieto se registran 31, hasta el momento.
Desde el asesinato de Javier Valdez el 15 de mayo de 2017 se han registrado agresiones sistemáticas a periodistas en todo el país. Por lo menos siete han llegado a la cobertura mediática nacional: el ataque a Carlos Barrios en Quintana Roo, la desaparición de Salvador Adame en Michoacán, el allanamiento de las oficinas de la revista Proceso en la Ciudad de México, la intimidación de Proyecto Puente en Sonora, la detención de Víctor Badillo en Nuevo León y la agresión con arma de fuego a la locutora Marcela de Jesús Natalia en Guerrero.
Organizaciones como Artículo 19, Reporteros Sin Fronteras, entre otras, han señalado que México figura como uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo, y se encuentra a la par de países como Afganistán o Siria, sólo que en aquellas regiones existen conflictos bélicos, mientras que en México la narcodelincuencia y los intereses políticos y económicos propician que este mal sea ya una constante.