Tras ser notificada de que había perdido la custodia de sus hijos, una mujer de 38 años se suicidó y envenenó a los niños, de 10, 8, y 6 años, y al abuelo de éstos, de 70, la tarde de ayer, en la delegación la Magdalena Contreras.
También intentó matar a la abuela, de 68 años, quien sobrevivió al ataque.
LOS HECHOS
La tarde de ayer, Mireya fue notificada de que había perdido la custodia de sus hijos, luego de un conflicto legal con su ex pareja.
En lugar de entregar a los pequeños y acatar la orden de la autoridad, la mujer envenenó a todos los miembros de su familia con el tóxico “disfrazado” de medicamento; en cuestión de minutos les quitó la vida.
Mireya estaba en una disputa legal que había durado más de dos años. Su ex pareja solicitó exámenes psicológicos para la mujer, tras asegurar que tenía “problemas mentales” y que no era apta para el resguardo de los menores.
Los cuerpos de los tres niños, del abuelo y de la mamá fueron encontrados en una habitación por la persona encargada de la limpieza a petición del padre de los menores, ya que no había tenido contacto con ellos en todo el día.
Al entrar a la recámara de la casa, ubicada en la colonia San Jerónimo, y ver los cadáveres, la trabajadora doméstica solicitó apoyo de las autoridades.
La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, además de confirmar los hechos, detalló que la abuela, Rosa María, de 68 años de edad, sobrevivió y fue trasladada inconsciente a un hospital cercano, al tiempo que peritos y agentes de Investigación llegaron al domicilio a realizar las primeras pesquisas.
Peritos de la Procuraduría capitalina encontraron una carta póstuma que explicaba las razones por las que Mireya decidió matar a toda su familia.
La mujer justificó su acto al detallar en la carta que estaba deprimida y prefería matarlos a todos que separarse de ellos. Los niños asesinados por su propia madre fueron identificados después.