Nayarit.- En su acelerado ascenso político, Roberto Sandoval Castañeda, gobernador de Nayarit, contrajo el gusto por la vida glamurosa: ropa de marca, calzado de más de 7 mil pesos, vehículos de lujo, ranchos de producción agropecuaria, crianza de caballos de raza, monturas de suntuosa manufactura con fustes de repujados artísticos, vacaciones permanentes para su hijo, negocios súbitos para la hija, prosperidad agropecuaria para primos y hermanos.
Atrás quedaron los años en que Sandoval Castañeda era un migrante mexicano más en los suburbios de Los Ángeles, California, donde trabajaba como barrendero.
También dejó atrás San Antonio, Tepic, la colonia donde creció bajo el sustento de su padre, Pablo Sandoval Oruz, un tablajero de esa colonia popular.
En la cúspide de su poder, de acuerdo con testimonios recogidos entre ex funcionarios, políticos y activistas nayaritas, Sandoval Castañeda también construyó un círculo de amistades íntimas, entre estrellas del espectáculo y el deporte como Joan Sebastian, Ezequiel Cheque Peña, Saúl El Canelo Álvarez, Pepe Aguilar, Poncho Lizárraga y Ricardo Montaner, entre otros.
Pero también se construyó una leyenda campirana y una pasión ecuestre, cuyo rasgo más estridente fue la construcción de un mausoleo para su caballo preferido, Dandy, mientras sus primos, hermanos e hijos prosperaban a su sombra.
Siendo alcalde de Tepic, montado en su consentido Dandy —un corcel negro de crines y cola rizadas—, Sandoval Castañeda celebra el centenario de la Revolución Mexicana (2010) cabalgando a la vanguardia de 3 mil jinetes; en campaña por la gubernatura guía a otra columna hípica en Santa María del Oro; ya como gobernador, organiza en 2013 una gran cabalgata de seis días por la zona serrana del estado; el 12 de diciembre siguiente aparece, con gabán y sombrero, montado sobre un macho castaño al frente de sus jinetes chinacos, uno de los cuales carga un estandarte con la imagen de la Virgen de Guadalupe.
El actual gobernador de Nayarit monta potros de su propia ganadería. En 2012 abrió a la prensa las cercas de su rancho El Sueño, en Aután, visita documentada en un célebre video del sitio web Nayarit en Línea.
El gobernador contó entonces: “Del otro lado tenemos praderas donde Joan Sebastian, El Cheque Peña y un servidor tenemos criadero de yeguas aztecas y españolas, donde no nos cuesta un centavo; el agua, naturaleza de Nayarit, nos da el pasto gratuito… Los canales de riego te riegan la pradera sin ningún costo…”.
El nayarita Rodrigo González Barrios, productor agropecuario desde hace casi dos décadas, y vocero de Comisión de la Verdad (CDV), organización ciudadana que documenta abusos y corrupción de la administración de Sandoval Castañeda, sí cree que el rancho y el hato caballar pudo salirle gratis al gobernador.
Dice en entrevista:
“Con dinero público, o con las mochadas que le daba el [ex] Fiscal [Édgar] Veytia”. “Para que haya pasto, adquirió todo un sistema de riego, cercó el perímetro de las 17 hectáreas —170 mil metros cuadrados—, construyó las caballerizas. Hay trabajadores y veterinarios para atender día y noche al ganado”.
El valor de un caballo azteca —cruza selectiva de raza andaluza y yeguas cuarto de milla— se estima en más de 100 mil pesos, y el de un ejemplar español en más de 250 mil pesos, según la revista Vanity Fair.
Bajo reserva de identidad, pero vericado por editores, el testimonio de una fuente cercana al círculo de funcionarios más influyentes de la administración de Sandoval Castañeda ubica el valor de los caballos del gobernador en 130 millones de pesos, a febrero de este año.
En busca de señorío
Hace años trascendió entre los allegados del gobernador nayarita la versión de que prefiere las monturas en piel de cocodrilo y los fustes forrados de metales repujados, al igual que los chapetones, argollas, frenos y estribos.
Fotografías de accesorios semejantes, presuntamente pertenecientes a Roberto Sandoval Castañeda, se difundieron recientemente en una cuenta de Facebook que efectúa denuncias sobre el gobierno nayarita, a nombre de Comandante Jack Joker.