Por ser un tema de soberanía nacional y un derecho humano, organizaciones campesinas exigieron la realización de una consulta pública para que la ciudadanía decida si se excluye el Capítulo Agropecuario y Alimentario del Tratado de Libre Comercial de América del Norte (TLCAN), particularmente el maíz.
La propuesta, que fue presentada por Max Correa, Secretario general de la Central Campesina Cardenista (CCC), en el 2do Foro de Análisis sobre la Renegociación del TLCAN: Situación y Políticas en Granos Básicos y Commodities del Senado de la República, incluye la pregunta si México debe negarse a pagar la construcción del Muro en la Frontera con los Estados Unidos.
A nombre de las organizaciones integradas a los movimientos México fuera del TLCAN y el Campo es de Todos, el activista social afirmó que fueron excluidos del proceso de renegociación del TLC por no pensar igual que el gobierno Federal, “el cual se encuentra muy debilitado para llevar a cabo cualquier negociación con la nación vecina del norte”.
En ese sentido, resaltó que si no hay consulta a los pueblos originarios en los términos del 169 de la OIT, “la renegociación del TLC no tendrá ninguna validez y será profundamente atacable, porque desde hace 23 los gobiernos no han cumplido con la tarea de cobrar aranceles para invertirlos en infraestructura y financiamiento, lo que profundiza la desigual relación económica de los productores nacionales agrícolas, con respecto a los de Estados Unidos y Canadá”.
Frente a este hecho, lo único que nos queda a los mexicanos es exigir al Senado y a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que en con base al artículo 35 de la Constitución, impulse la consulta popular en el 2018, reiteró.
Asimismo, el líder social detalló que la solicitud al Senado para que consideré la realización de una encuesta debe ir acompañada de una exposición de motivos y con más de un millón 700 mil firmas de apoyo, por lo que hizo un llamado a las organizaciones de productores agropecuarios a signar el documento.
Durante su discurso argumentó: Desde la entrada en vigencia del TLCAN, México se convirtió en el país con más compatriotas en el extranjero, debido a la falta de oportunidades que el tratado ocasionó por cerrar las puertas a los pequeños productores.
“La dependencia alimentaria ha crecido enormemente, ahora importamos el 58% de los productos básicos y estratégicos que señala la Ley de Desarrollo Rural Sustentable, en maíz alcanzamos la cifra record de 14 millones de toneladas, con un monto de recursos equivalente al gasto productivo de todo el Estado en la producción de alimentos, igual importamos el 56% del trigo, el 85% del arroz, el 95% del soya, el 40% en la carne de res, puerco y pollo.
“También cambiamos nuestro padrón de consumo, ahora compramos a los Estados Unidos los desechos que ellos no quieren, importamos 5.5 millones de toneladas de tripas, desechos, despojos, sebos, grasas, trozos, con un valor de 53 mil millones de pesos, gastamos más en comprar desperdicios, que en fomentar la producción nacional de alimentos, sana y nutritiva”.
Finalmente, dijo que desafortunadamente el superávit (que tanto nos reclama Trump) no responde a que hayamos mejorado nuestra competitividad en la producción, sino al deterioro del peso. La creciente exportación de cerveza y tequila no puede ser una celebración para los mexicanos que carecen de alimentos, estos dos productos no tienen beneficio para la población y solo incrementan las ganancias de unas cuatro empresas transnacionales”.