A media noche del jueves 7 de septiembre se registró un sismo de 8.2 grados en la escala de Richter que despertó a todos los capitalinos en la Ciudad de México. Sin embargo, el temblor causó un terrible desastre en los estados de Oaxaca y Chiapas.

La destrucción devastó el municipio de Juchitán, Oaxaca, lugar del epicentro. Quizá la gente olvidé pero la tierra no. Doce días después, un sismo volvió a causar terror en la Ciudad de México como hace 32 años. La tragedia nos abrazó a varias entidades que pensaron estar seguras. El caos reinó en diferentes rincones de la Ciudad: derrumbes, explosiones y gente asustada por todas partes.

La ayuda comenzó al instante. No había espacio para esperar ni un segundo: gente cavando con sus propias manos, otros llevando agua, otros llevando heridos. La herida seguía sangrando y dolía en cada parte del país. La colecta de víveres que se había estado trabajando para Oaxaca y Chiapas ahora también era indispensable en la capital ¡Que dilema!

Mientras tanto, el sábado la alarmas sísmicas volvieron a sonar en la Ciudad de México por otro sismo de 6.4 grados con epicentro nuevamente en Oaxaca. El Servicio Sismológico Nacional informó que en lo que va de este domingo han ocurrido nueve sismos en distintos puntos de Oaxaca y Chiapas con intensidades que oscilan entre los 4 y 6 grados.

Mientras tanto, en estos dos estados se registran al menos 100 personas fallecidas, 116 mil 320 daños en viviendas de las cuales 37 mil 904 se dictaminó daño total. Además de daños en 5 mil 366 comercios y en 2 mil 692 escuelas. Hasta el momento se han registrado 4 mil 326 réplicas del sismo de 8.2 grados ocurrido 7 de septiembre en el Golfo de Tehuantepec, con epicentro en Pijijiapan, Chiapas.