Los edificios y casas con daños causados por el sismo de 7.1 grados del martes pasado en la Ciudad de México, permanecerán por meses o años en espera de su demolición o reparación.
El pasado 19 de septiembre, 32 años después del gran terremoto que devastó a la capital de la República Mexicana, otro movimiento telúrico colapsó construcciones o las dejó en malas condiciones, inhabitables, aunque no en la cantidad de 1985.
El gobierno de la Ciudad de México ha recibido casi tres mil reportes de inmuebles, que tienen algún grado de daño y que deben ser inspeccionados por las cuadrillas de la Secretaría de Protección Civil.
En un recorrido de Notimex por la delegación Benito Juárez, una de las demarcaciones más afectadas por el terremoto, se observan calles y avenidas acordonadas y vigiladas por elementos de seguridad y de las fuerzas armadas.
En edificios afectados y que están en etapa de demolición, no se permite el paso excepto a personal autorizado y a cuadrillas que se encargan de retirar los escombros, sin el acceso a los habitantes para evitar más accidentes fatales.
