Ayer fueron héroes, hoy son desempleados.
En cuanto supieron que había ocurrido un sismo en la CDMX, cinco jóvenes saltillenses que no se conocían decidieron cada uno por su cuenta que era momento de venir a ayudar.
Una grupo de Facebook fue el medio mediante el cual se contactaron y organizaron para viajar a la capital. Se encontrar en un punto de su natal Saltillo y de ahí agarraron carretera para llegar al lugar del desastre.
Cuanta que lo primero que vivieron en su viaje fue la típica mordida de los policías del Estado de México. Cuando iban circulando por Toluca los paró una patrulla estatal y les inventó una infracción para luego pedirles la “mordida” para dejarlos ir, no sin antes burlarse de ellos cuando supieron que eran de Saltillo y que se dirigían a la CDMX a “sacar gente de entre los escombros”.
Su labor pudo no significar mucho comparada con la de los topos o el Ejército, pues las cámaras no enfocaban hacia ellos, tampoco a la gran cantidad de tráileres, camiones y camionetas de contingentes de varios estados del norte. Sin embargo sólo ellos representaban a la capital de Coahuila en esos días.
Cuando llegaron a la ciudad de México, pero se dieron cuenta de que toda la atención estaba volcada en ese punto, así que los mismos usuarios de redes sociales los fueron ubicando en la realidad, una muy cruel marcada por el hambre y hasta en esos momentos de apremio, de la desigualdad social tan grande que hay en el país.
Partieron a Xochimilco y de ahí al Estado de Morelos guiados por Alejandro Morales, un microempresario que se unió a la causa sin conocerlos. Éste los llevó por carreteras, poblados y brechas hasta donde ni un medio de comunicación, ni un contingente de ayuda se había detenido.
En los videos posteados ese primer día figura uno en el que la gente lamenta que toda la ayuda la veían pasar y ellos nada más mirando.
Durante todos esos días repartieron alimentos, sacaron escombro de las casas, transportaron a personas vulnerables hacia lugares más seguros, pero sobre todo llevaron esperanza y un gesto de solidaridad de parte de quienes los seguían por redes sociales apoyándolos con mensajes de aliento y con escasos recursos.
SIN TRABAJO
Sin embargo, una vez que regresaron a su tierra, el desastre los volvió a alcanzar, pero ahora no en forma de sismo, sino en forma de desempleo. Cuatro de los cinco jóvenes que viajaron fueron informados al regresar que habían perdido su empleo.
Así las cosas, hoy se dedican a buscar un empleo que les permita mantener sus hijos, para quienes los tienen, continuar estudiando o ayudar en el gasto del hogar.
Si tienes conocimiento de alguien que pueda ayudarlos, ellos viven en Saltillo, estos son sus datos:
Jesús Domínguez Escuero. Seguridad privada y custodia
844 381 37 51
Jesús Francisco Amaro. Seguridad Privada y custodia.
844 173 74 35
Jorge Cardona. Pintor
844 357 01 30
Bernardo Valero Luna. Albañilería
844 203 09 97
Con información de La Vanguardia.