Las autoridades locales revelaron ayer martes que el autor del tiroteo en esta ciudad, donde murieron 59 personas que asistieron a un festival de música country, planeó la masacre a detalle. Stephen Paddock introdujo las armas poco a poco al hotel, colocó cámaras en su habitación y en los pasillos. También transfirió 100 mil dólares al extranjero.
En tanto, los estadounidenses se preguntan qué llevó a Paddock, un hombre en apariencia normal, a cometer esta matanza, considerada la peor en el país.
“Es irreal, increíble, todavía no entiendo nada”, dice Joe, un taxista de Las Vegas.
“La capital del juego” está de luto desde el lunes y se multiplican las exigencias de un mayor control de armas, a lo que Donald Trump, presidente de Estados Unidos, dijo: “Cuando pase el tiempo”.