Tan sólo dos días después de asumir la jefatura de gobierno capitalina, Andrés Manuel López Obrador emitió el Bando Informativo Número Dos, una estrategia para rediseñar el desarrollo urbano.
Supuestamente con la intención de evitar el crecimiento de la mancha urbana hacia mantos acuíferos y zonas donde se genera la mayor cantidad de oxígeno en la capital, el tabasqueño prohibió la construcción de unidades habitacionales en las delegaciones Álvaro Obregón, Coyoacán, Cuajimalpa, Iztapalapa, Magdalena Contreras, Milpa Alta, Tláhuac, Tlalpan y Xochimilco.
Y en cambio, fomentó la acumulación de población en la zona centro de la Ciudad, promoviendo la edificación en Benito Juárez, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo y Venustiano Carranza.br>
Según el plan de AMLO, en esas cuatro demarcaciones se podía aprovechar la infraestructura existente para construir vivienda popular, concentrando allí a más población y evitando el crecimiento de la mancha urbana. Por ello, a través del Bando Dos autorizó en dichas delegaciones el cambio de uso de suelo y la construcción de edificios más altos.br>
El problema es que la estrategia de López Obrador careció de una planificación sobre los riesgos del tipo de subsuelo, la disponibilidad de agua y drenaje, estacionamientos, oferta de transporte público y capacidad de las vialidades de la zona.br>
Ello quizá porque detrás del Bando Dos había otras preocupaciones. Según han denunciado diversos personajes, como el ex delegado de Benito Juárez, Ricardo Pascoe y el líder del PRD capitalino, Raúl Flores, con esta medida de AMLO terminó por recompensar a empresas que habían aportado recursos para su campaña a la jefatura de gobierno. Y todo pasando por encima de las atribuciones de la Asamblea Legislativa.br>
Caso paradigmático es el de Grupo Carso, de Carlos Slim, que obtuvo 78 edificios en el Centro Histórico, de los cuáles sólo 32 fueron destinados a vivienda. Al final, la “vivienda popular” que prometió AMLO no fue más que un cuento. Fueron pocos los edificios que se construyeron para uso habitacional; la mayoría de ellos a precios exorbitantes. Eso sí: se dio el Boom inmobiliario en Benito Juárez, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo y Venustiano Carranza.br>
Por eso no es casual que dos de las delegaciones más afectadas por el sismo del 19 de septiembre sean precisamente Benito Juárez y Cuahtémoc; dos de las demarcaciones donde más vivienda se construyó en los más recientes 15 años. En buena parte gracias al Bando de AMLO, que permitió más edificios y de mayor altura en esas zonas.br>
Claro está que no se trata de una responsabilidad exclusiva del tabasqueño. Por ejemplo, en el siguiente sexenio, Marcelo Ebrard permitió el cambio de uso de suelo en las 16 delegaciones.
Pero de cualquier modo, las consecuencias de la mala planeación urbana del lopezobradorismo saltan a la vista.