Los falsos líderes de Morena, Fernando Vilchis y José Luis Gutiérrez Cureño, pagados de sí mismos, derrochan soberbia en cada palabra que vierten en público, se sienten vencedores en la contienda interna para elegir a Coordinadores de Organización Municipal y consideran que no necesitan de otros sectores del partido, y desdeñan convocatoria de unidad de colectivos y militancia para fortalecer la lucha por la defensa y recuperación del municipio de Ecatepec.

Políticos y redentores divulgan haber llevado, según ellos al triunfo a Morena en el municipio de Ecatepec, pero lo que se descubre es que carecen de humildad y sencillez, sólo dejan traslucir su ambición de poder para conseguir logros personales y dejan de lado a la masa y descartan las propuestas de lucha social, aunque en el discurso de manera perversa recurren a ella.

Hay que recordar a estos supuestos “luchadores sociales”, que el repunte de Morena en la entidad y en el municipio de Ecatepec ha sido a consecuencia de la inconformidad social que generó el PRI al no cumplir con el bienestar que propuso a la población; en periodos de campaña prometieron mejorar la calidad de vida, con las reformas energéticas, económicas.

Los gobernantes del PRI no cumplieron, por el contrario las fallidas políticas causaron inconformidad con el alza del combustible, el pasaje, a productos de la canasta básica, la carencia y deficiencia de la prestación de servicios públicos, el dispendio del presupuesto en elevados salarios para funcionarios públicos, la impunidad en el manejo de la impartición de justicia y corrupción han sido elementos para revertir la imagen del presidente de México Enrique Peña Nieto y del partido oficial.

Además, los indicadores de la delincuencia no bajan por el contrario la violencia se agudiza, la inestabilidad e irritación aumenta, y sucede que estos políticos advenedizos ex perredistas y con estrechos lazos de hermandad con el PRI consideran que ellos impulsaron la inconformidad y lograron tal penetración en las comunidades que provocaron el crecimiento desmesurado de Morena.

Pregonan que el trabajo de propaganda al partido, según lo hacen bastante bien y de acuerdo a sus expectativas tratan de convencer a la militancia y simpatizantes que en el 2018, ellos sí van a cumplir, y tanta desfachatez resulta ofensiva e inverosímil.

Están muy lejos de coincidir con el proyecto de Morena de buscar la unidad, la honradez, la verdad de las palabras, pues en su trayectoria han dejado mucho que desear, en el gobierno de José Luis Gutiérrez Cureño aplicó un presupuesto del 25 por ciento a obra pública, y este porcentaje ha sido de los bajos.

Aunque antes de llegar a la presidencia municipal acusaba a los gobiernos del PRI de usar casi el 65 ò 70 por ciento del erario a la partida 1000. Pero al gobernar replicó a los priistas. Pero aún le queda el recurso de referir que los últimos gobiernos del PRI endeudaron al erario y en la administración priista de Indalecio Ríos aplican un presupuesto de alrededor del 7 por ciento, para el 25 por ciento realmente existe una diferencia enorme, rara satisfacción.

Y de Fernando Vilchis que se puede decir, nada sólo que su lucha ha sido económica, buscar espacios en la vía pública para colocar bases de taxis, también se ha dedicado a rentar protección a las personas que manejan la basura, negociar con los gobiernos del PRI en turno, además de obligarlos a ceder a chantajes de movilizaciones y presiones para conseguir sus objetivos. ¿Dónde está la lucha social?

Este fin de semana no asistieron a la firma del acuerdo de unidad, se inconformaron, desairaron a militantes de los grupos de Morena que buscan expulsar al PRI del gobierno local.

Pero esto no es lo importante, cuando un líder nato pretende asumir ese papel su perfil es buscar hacer equipo, integrar a los disidentes e inconformes, malos y buenos, buscar conformar un grupo que resulte el mejor para enfrentar los embates, no hace lo predecible dividir y conducirse con sobrada soberbia.

Cómo pretenden dirigir el destino del municipio y conducir a los militantes de Morena al triunfo, cuando fueron incapaces de actuar con humildad, pero hay que señalar que esto mismo sucede al interior de este partido en varios municipios.

Los personajes cercanos a la dirigencia nacional se conducen con desprecio hacia grupos y sectores que consideran poco o nada rentables, pues según ellos no aportan gran cosa al proceso que viene en puerta para el 2018.

Es tiempo de rectificar y buscar reagruparse, organizar a la militancia y a los simpatizantes, ya que se observa fracturas internas insalvables que sólo benefician al PRI.

O será que ese trabajo y guion les encargó la dirigencia del tricolor y el gobierno del estado de México, a estos políticos para conservar las canonjías preestablecidas.

Es el momento de dejar atrás especulaciones y recomponer la estrategia para responder a las inquietudes de la sociedad que demanda una mejor calidad de vida y desempeñar sus actividades con tranquilidad, ante la creciente ola de violencia en la entidad y sobre todo en Ecatepec que es considerado por organizaciones no gubernamentales, analistas y especialistas el peor sitio para vivir.

Pero estos líderes se conducen con desprecio hacia colectivos que no comulgan con su forma de ver la política, minimizan su participación y de no actuar con el mínimo de decoro, el remedio de echar al PRI va a resultar un fracaso. Cómo sucedió con las administraciones del PRI, PAN y PRD en Ecatepec.