Vicente Fernández Abarca, sí, leíste bien, uno de los hijos del intérprete de “Mujeres divinas”, quiere ser gobernador de Jalisco.
El aspirante se registró este sábado ante el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) para contender como candidato independiente a la gubernatura, en el proceso electoral de 2018.
Fernández descartó que su intención sea pulverizar el voto en el estado y se dijo amigo de Enrique Alfaro, quien también buscaría el mismo cargo, pero con el partido Movimiento Ciudadano (MC).
Al arribar a las instalaciones del IEPC, ubicadas en la calle Florencia 2370 esquina con avenida López Mateos, en Guadalajara, señaló que su motivación es el agradecimiento que su familia le tiene al pueblo jalisciense.
Estoy muy agradecido con Jalisco, agradecido con México y tengo mucha fe, tengo todas las ganas, toda la preparación para responder a la gente que confía en mí y que me apoya”, señaló.
Él entregó la documentación necesaria para seguir el proceso como independiente y confía en que saldrá avante en el siguiente paso: la recolección de firmas.
La empatía está en toda la gente de Guadalajara, en toda la gente del estado de Jalisco, saben que mi familia, como yo, somos conocidos con todos los ciudadanos, somos partícipes de tener amistades sin ver color, sin ver elección, sin ver preferencias”, aseguró.
Fernández Abarca señaló que, aunque no concluyó sus estudios en Contaduría Pública en la Universidad del Valle de Atemajac (Univa), cuenta con toda la preparación para gobernar Jalisco, cuyos principales problemas son desempleo, bajos salarios, inseguridad y fallas en la educación.
“Perfectamente sé lo que significa Jalisco y lo que significa para mí, por eso estoy aquí y con todas las ganas de trabajar por toda la gente de Jalisco”, presumió.
La experiencia la tengo, estoy bien asesorado, tengo un buen equipo y tengo ganas de trabajar”.
El también cantante de música ranchera, nacido en 1963, negó que para esta decisión haya algún compromiso con televisora y no detalló el plan de financiamiento que seguiría para su campaña proselitista.
Vale recordar que, en 1997, Fernández Abarca sufrió un secuestro y tortura para exigir el pago del rescate.
Aquel episodio, que duró alrededor de cuatro meses, marcó la vida familiar de los Fernández.