El Ejército mexicano solicitó nuevamente ayuda a las instituciones. El secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, insistió ante el presidente Enrique Peña Nieto en la necesidad de que el Congreso apruebe la Ley de Seguridad Interior, una polémica norma que el PRI no ha podido sacar adelante en las cámaras ante las resistencias de la oposición. “[Requerimos] un marco jurídico no para otorgar beneficios o prerrogativas, sino para establecer limitaciones y obligaciones a las autoridades que constitucionalmente son las responsables de brindar seguridad a los mexicanos”, dijo el general el lunes ante el mandatario en un evento de condecoración a más de 30.000 soldados.
La Ley de Seguridad Interior serviría de hoja de ruta para las decenas de miles de soldados que se encuentran en las calles de ciudades combatiendo a la delincuencia organizada en lugar de las policías locales. Ese marco jurídico, según el general Cienfuegos ayudaría a los militares a definir “con toda precisión, procesos y tiempos para que los militares regresemos a los cuarteles a cumplir con nuestros fines y nuestras misiones”. Los militares llevan más de una década haciendo estas labores de seguridad pública, desde que el presidente Felipe Calderón (2006-2012) sacó a las Fuerzas Armadas de los cuarteles como parte de su estrategia contra el narcotráfico. Pero el tema se ha convertido en una prioridad legislativa hasta esta Administración del PRI. La iniciativa que pretende discutirse ha sido redactada por César Camacho, el líder del tricolor en la Cámara de Diputados.