Eliahu Pietruszka, de 102 años, conoció a su sobrino Alexandre Pietruszka de 66 años después de haber pasado toda su vida pensando que toda su familia había muerto en los campos de concentración.
Cuando Eliahu tenía 24 años partió hacia la Unión Soviética antes de que el nazismo llegara a Polonia, sin embargo, sus padres y sus hermanos gemelos, Volf y Zelig, nueve años más jóvenes, fueron deportados a Varsovia a un campo de concentración para ser asesinados, pero su hermano Volf logró escapar.
“En mi corazón, yo estaba seguro que él no vivía más“, cuenta Eliahu, quien se mudó a Israel y no supo nada más de su familia hasta hace dos semanas cuando su nieto localizó por medio de Internet un testimonio de Volf Pietruszka dejado en 2005 en el museo del Holocausto en Jerusalén.
Después, al investigar se enteró que su hermano había muerto en el 2011, sin embargo contactó a Alexandre, su único hijo de 66 años y el jueves pasado se reunieron en el asilo donde vive Eliahu.
“Eres una copia de tu padre“, le dijo Eliahu a Alexandre, mientras le tocaba la cara a lo que su sobrino respondió “Es un milagro. Nunca creí que esto podía pasar“, mientras tomaba la mano del tío que acababa de conocer.