La inestabilidad de la corteza helada en amplias zonas de la Antártida puede hacer que hasta la década de 2060 no se sepa cuánto subirá el nivel del mar para fines de este siglo. Es la conclusión de un nuevo análisis dirigido por la Universidad de Rutgers y New Brunswick, el primero en vincular las proyecciones mundiales y locales de aumento del nivel del mar con simulaciones de dos mecanismos principales por los cuales el cambio climático puede afectar a la gran capa de hielo de la Antártida.
La Tierra se enfrenta a una amplia gama de resultados posibles con el cambio climático: en el extremo menos severo, 0.6 metros de aumento del nivel del mar a nivel mundial para el 2100 sumergirían la tierra que actualmente alberga a unos 100 millones de personas; hacia el extremo superior, 1.8 metros de altura, inundaríalas casas actuales de más de 150 millones.
Pero el estudio, publicado en Earth’s Future, revela que los científicos no podrán determinar, basándose en mediciones de fenómenos a gran escala como el nivel del mar global y los cambios en la masa antártica, qué escenario enfrenta el planeta hasta la década de 2060. Entonces, las comunidades costeras deberían tener planes de contingencia flexibles para una amplia gama de resultados para el año 2100 y más allá, concluye el estudio.