Seis senadores estadounidenses de ambos partidos dijeron hoy haber alcanzado un acuerdo para abrir una vía a la ciudadanía a los jóvenes indocumentados conocidos como “soñadores” y aportar fondos para el muro con México, pero la Casa Blanca no parece haber aceptado por ahora ese arreglo.
“Llevamos cuatro meses trabajando y hemos llegado un acuerdo de principios” para proteger a los “soñadores”, indicaron en un comunicado los senadores republicanos Lindsey Graham, Jeff Flake y Cory Gardner; y los demócratas Dick Durbin, Robert Menéndez y Michael Bennet.
Ese acuerdo también afronta los otros tres puntos que el presidente estadounidense, Donald Trump, ha vinculado a cualquier proyecto de ley para reemplazar el programa DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) que el expresidente Barack Obama promulgó en 2012 con el fin de amparar a los “soñadores”.
Esas exigencias son reforzar la seguridad fronteriza, eliminar la llamada “lotería de visados” que beneficia anualmente a ciudadanos de países con una baja tasa de inmigrantes a Estados Unidos, y acabar con la “migración en cadena” que permite a los residentes permanentes facilitar la entrada en el país de sus familiares.
“Ahora estamos trabajando para lograr apoyos para este acuerdo en el Congreso”, afirmaron los seis senadores en su breve comunicado conjunto.
Según dijo a Efe una fuente del Senado, que pidió el anonimato, el acuerdo incluye más de 1.000 millones de dólares para proyectar y construir una barrera física en la frontera con México, además de financiación para sistemas de tecnología de seguridad fronteriza.
El pacto también abriría un camino a la ciudadanía para más de un millón de jóvenes indocumentados que llegaron al país de niños, lo que supera la cifra de protegidos por el programa DACA (unos 800.000), indicó la fuente.
Además, permitiría que los padres de los “soñadores” queden protegidos de la deportación y obtengan un permiso de trabajo, aunque sin poder acceder a la ciudadanía, según la fuente.
El acuerdo también propone reasignar la mitad de los 50.000 visados que se conceden cada año dentro de la llamada “lotería de visados”, para beneficiar a los que hasta ahora estaban protegidos por el Estatus de Protección Temporal (TPS), como los nacionales de El Salvador, Nicaragua, Haití y Sudán, indicó la fuente.
La otra mitad estaría reservada a inmigrantes que demostraran cualidades profesionales que merecieran su entrada en Estados Unidos, el famoso “mérito” que defiende Trump.
Minutos antes de que los senadores hicieran su anuncio, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, dijo que todavía no se había alcanzado un acuerdo con el Congreso sobre inmigración, aunque ese objetivo está “cerca”.
“El presidente tuvo una reunión hoy aquí con algunos miembros de la Cámara Baja y el Senado, republicanos y demócratas, para hablar sobre inmigración. Estamos muy seguros de que podemos llegar a un acuerdo”, afirmó Sanders en su conferencia de prensa diaria.
Según el diario The Washington Post, en esa reunión improvisada, Graham y Durbin le presentaron a Trump los detalles de su plan.
No está claro cuál fue la respuesta de Trump, pero según el diario, se mostró poco receptivo cuando los legisladores le propusieron reasignar visados a beneficiarios del TPS.