La consultora Kantar Worldpanel realizó un estudio sobre el consumo de tamales con motivo de las celebraciones del 2 de febrero y encontró que 45% de las veces que se consume este alimento en el país se relaciona con la búsqueda de antojo o placer, seguido de 8% vinculado a ocasiones especiales y 6% por la conveniencia de ser consumido de forma rápida.

“Algo similar sucede con el atole, su consumo principalmente es por antojo, mientras que un 6% de las veces es porque se busca una opción diferente, el 4% es por una ocasión especial y el 20% de las veces que se consume a esta dupla (atole y tamal) es simplemente porque les gusta su sabor”, expuso la firma en un comunicado.

Cuando los mexicanos llevan a casa los tamales, sólo el 10% de las veces es para consumir por un sólo integrante, ya que suelen comerse en compañía de la familia. Además, una cuarta parte de las veces que se comen tamales en casa es con atole, aunque en el 22% de las veces que se come un tamal está presente el café y 15% la leche.

“El sabor del atole que más toman los mexicanos es el de chocolate, seguido del de arroz y son el pan, los tamales verdes, la leche, los tamales oaxaqueños y los tamales dulces con quienes más conviven”, expuso la firma.

Mariana Cruz, especialista de Kantar Worldpanel, México, explicó que existe una diferencia por edades, donde las personas mayores de 50 años son quienes más destacan en el consumo tanto de tamales como de atole.

“Todos los niveles socioeconómicos consumen tamales, pero son los hogares más humildes quienes lo hacen más seguido, al igual que el atole. Tanto hombres como mujeres lo consumen prácticamente a la par, es muy ligera la ventaja que tienen las mujeres en el consumo de este placer culposo”, indicó.

El próximo viernes 2 de febrero se celebra el día de la Virgen de la Candelaria, así como la presentación de Jesús en el Templo. La tradición en México marca que quien descubrió al niño Dios en la Rosca de Reyes el 6 de enero es el padrino del niño y por consiguiente, el 2 de Febrero se debe levantar del nacimiento a Jesús para llevarlo a la iglesia a bendecir.

Tras el ritual religioso, que sólo practica cierta parte de los mexicanos, las personas se organizan para llevar tamales y atoles para compartir con familia, grupo de trabajo u otros conocidos.