Para seguir derribando los obstáculos que enfrenta la economía, México necesita embarcarse nuevas reformas estructurales que permitan mejorar la fiscalización y ampliar la base de contribuyentes, así como darle continuidad a la política macroeconómica e implementar los cambios que ya se hicieron, dijo el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Antonio González Anaya.
“Mejora la fiscalización, continuar con la ampliación de la base (de contribuyentes), en fin me podría ir con cada una (de las reformas) y decir cuál es la agenda pendiente en cada una de estas cosas, pero en todo esto se sigue avanzando y hay otras reformas estructurales en las que se tendría que embarcar México y enfrentar hacia delante”, consideró.
En conferencia conjunta con el vocero de la Presidencia, Eduardo Sánchez en la Residencia Oficial de Los Pinos, señaló que lo que “nos falta es continuar con la implementación de estas reformas y embarcar en otras”.
Estableció que a pesar de que el proceso electoral, la renegociación del Tratado de Libre Comercio con Norteamérica (TLCAN) y la reforma fiscal de Estados Unidos representan un riesgo para la economía, México sigue siendo competitivo, está creciendo y captando inversión.
“A pesar de las buenas perspectivas hacia delante, hay tres riegos para la economía mexicana: el proceso electoral, la renegociación del Tratado de Libre Comercio con Norteamérica y la reforma fiscal de Estados Unidos”, señaló el secretario de Hacienda y Crédito Público.
Por su parte, el vocero de la Presidencia de la República, Eduardo Sánchez, destacó que el Presidente, Enrique Peña Nieto, se comprometió a llevar a la economía mexicana a su máximo referencial en beneficio de las familias mexicanas.
Puso de relieve que en las últimas tres décadas el bajo crecimiento inercia de la economía fue insuficiente para crear los empleos que demandaban las nuevas generaciones; bajos niveles de productividad impidieron incrementar el nivel de vida de las familias a través de mejores salarios, la baja recaudación de impuestos así como la dependencia de los ingresos del petróleo, constituían una amenaza constante para la estabilidad de la economía. Esto se comprobó durante las crisis que golpearon al país desde 1982 hasta 2009, expuso.
Señaló que en los últimos cinco años nuestra economía ha enfrentado grandes retos como la caída de los petroprecios y la debilidad del sector industrial de Estados Unidos así como la incertidumbre generada por los ajustes a la política monetaria de la Reserva Federal.
Sin embargo, afirmó que hoy la economía tiene una posición sólida, estable y en constante crecimiento. Aseguró que lo anterior se debe en buena medida a la puesta en marcha de las reformas estructurales, especialmente la energética, telecomunicaciones, laboral hacendaria y financiera que removieron obstáculos que limitaban el potencial económico.
“México hoy inspira confianza en el mundo y esa confianza se traduce en más inversiones que generan más y mejores empleos; México lleva en este sexenio 163 mil millones de dólares de inversión. El gobierno de la República sigue derribando barreras para que cada mexicano pueda construir su propia historia de éxito”, manifestó.