El 2014 el Tren Interurbano México-Toluca (TIMT), uno de los proyectos de infraestructura más importantes de la presente administración, fue presupuestado en 38,000 millones de pesos, para este año el costo total del proyecto asciende a 59,000 millones de pesos, es decir, el costo se ha incrementado 50% más. La obra debió ser concluida en diciembre del año pasado, sin embargo, hasta hoy la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) no ha fijado una fecha concreta para entregarla, así lo refiere un estudio elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).

El estudio “Ineficiencia y riesgos de corrupción en obra pública: Caso de estudio del TIMT”, destaca que de acuerdo con el análisis de costo-beneficio del proyecto analizado, presentado por la SCT, la obra deja de ser socialmente rentable si su costo aumenta 25%, por lo que éste ha perdido su rentabilidad si se toma en cuenta que se ha incrementado en más de 50% y a esto se le suma una planeación incompleta.

De acuerdo con Max Kaiser, director anticorrupción del Imco, el ejercicio del recurso debe convencer a todos de que el proyecto que se realizará es la mejor opción para las necesidades que hay.

“No sabemos cuánto han gastado hasta el día de hoy y tampoco cuánto va a costar, preguntamos sobre los avances concretos de cada tramo y tampoco nos dieron una respuesta”, comentó Max Kaiser.

Hasta hoy no hay ningún mapa público georreferenciado que muestre el trazo final que seguirá la obra, y para agosto de 2017 ni siquiera había la totalidad de los derechos de vía asegurados para el tramo tres del proyecto.

A pesar de que existe un análisis costo-beneficio, Ana Thaís Martínez, investigadora del Imco, indicó que la disponibilidad no avala la calidad ni el rigor técnico de la evaluación del proyecto realizada en cada análisis.

El instituto detalla que en los megaproyectos de infraestructura son particularmente vulnerables a retrasos, sobrecostos y modificaciones sustantivas en su diseño, y de acuerdo con la Auditoría de la Federación, México tiene problemas en la contratación de obra pública debido a aspectos como planeación incompleta.

“No hay evidencia, al menos no la tenemos nosotros, de que se hayan hecho consultas con las comunidades afectadas. Sabemos que hay litigios por las comunidades afectadas y que ya hay una petición de presupuesto para esto”, informó Kaiser.

Se prevé que esta obra recorrerá 57.87 kilómetros de Zinancatepec, Estado de México a Observatorio en la CDMX, y contará con 30 trenes eléctricos de cinco coches cada uno en los cuales transportará a 230,000 pasajeros diarios.

Falta información y hay poca transparencia

La investigación indica que el proyecto del Tren México-Toluca es un proceso de contratación desorganizado y opaco, hay inexistencia de documentación en los procesos de contratación pública, la documentación en CompraNet es deficiente y no se conocen los documentos iniciales de presupuesto de los contratos, por lo que, al no tener los oficios de preinversión se desconoce el presupuesto original y no se sabe exactamente el total del sobrecosto.

De acuerdo con la información solicitada por el Imco el gobierno federal no hizo un análisis de propuestas contra colusión, tampoco existe información de los beneficiarios y dueños del contrato adjudicado.