José Antonio Meade Kuribreña inició campaña con el compromiso de “sacar la corrupción de la política y encabezar un gobierno de gente decente”, y presentó una serie de compromisos en los que la prioridad, dijo, son las mujeres, para que vivan “sin miedo, sin acoso y sin feminicidios”.

En un mensaje pronunciado ante unos 8 mil yucatecos –cifra calculada por los organizadores–, integrantes del gabinete presidencial, así como la cúpula de los tres partidos
que lo postulan en la coalición Todos por México, y en un momento en que las políticas de Washington se endurecen hacia México, ofreció: “Defenderé con mi vida los intereses de la nación”.

Meade llamó a la unidad y a no perder el tiempo de la campaña presidencial en descalificaciones.

Definió, sin embargo, que la elección “se reduce a sólo dos opciones: avanzar unidos o retroceder; por eso pido el voto de quienes quieren construir y no destruir; unir y no dividir;
avanzar y no retroceder”.

En ese contexto, amplió: “Les pido que voten por mí, no por lo que pueden perder con otras opciones: su empleo, sus ahorros, sus propiedades, su tranquilidad, y un mejor porvenir para
sus hijos… Protegeré lo que valoramos”.

En el contexto de su intención de “hacer de México una potencia” presentó ayer siete compromisos con la nación: “Es la hora de la mujer mexicana”, dijo. Ello pasa por su
seguridad; garantizar la seguridad social a casi 3 millones de trabajadoras del hogar; créditos a la palabra y hacer compatible la vida familiar y laboral con guarderías de tiempo completo;
salario igual que los hombres, “sin regateos ni excepciones”.

Además, educación de excelencia, con la apertura de cuatro veces más escuelas de tiempo completo, para pasar de 25 mil a 100 mil al final del próximo sexenio; un aumento real y
significativo al salario base de los maestros; y un impulso sin precedentes al arte y la cultura.

En tercer lugar, educación, trabajo o negocio propio para todos los jóvenes; cobertura universal de bachillerato; el mayor número de becas para estudiar en el extranjero, y créditos
accesibles a jóvenes emprendedores.

Equipamiento total de los casi 3 mil hospitales y clínicas del país, con una inversión de 30 milmillones de pesos; abasto al ciento por ciento de medicinas; dar al sistema de salud énfasis en
la prevención, y que todos puedan elegir el hospital de su conveniencia.

En quinto lugar, que ningún bebé nazca en extrema pobreza, con la garantía de derechos a salud, buena nutrición, educación y a una casa digna.

Dar al combate a la inseguridad un enfoque integral, pero expuso que se antepondrá la paz al conflicto.

“Estamos del lado de las víctimas, no de los criminales. No habrá perdón para quienes han hecho daño a la sociedad. Seguirán en la cárcel”, dijo. En este punto ofreció
además un incremento al sueldo y prestaciones de soldados y marinos.

Y finalmente, anunció el programa Avanzar contigo, que consiste en una consulta, iniciada ayer mismo en módulos instalados en el centro de convenciones, para que la gente defina qué
apoyo gubernamental requiere.

Reconoció que para hacer funcionar esos compromisos, se requiere acabar con la corrupción. “Los mexicanos estamos hartos de ese flagelo y seré implacable en combatirla”,
afirmó.

Antes de una reunión con jóvenes de Yucatán, Meade comió con la clase política priísta del estado, en el hotel Hyatt: alcaldes, diputados federales y locales, el gobernador Rolando Zapata y el candidato a la gubernatura, Mauricio Sahuí; el coordinador de los senadores,

Emilio Gamboa, y el candidato al Senado, Jorge Carlos Ramírez Marín, quien tiene como uno de los ejes de su campaña salvar a las abejas. A la reunión, donde se sirvió comida típica,
también se quedó el secretario de Hacienda, José Antonio González Anaya.

Luego, en el Club Libanés, fue recibido con el grito de “¡Pepe presidente!”, por parte de universitarios. A los millennials de Yucatán, Meade ofreció mejorar su entorno para que
puedan hacer realidad sus sueños y, sobre todo, salvaguardar su integridad.

Meade tuvo que apurar su discurso, después de que durante 20 minutos Sahuí se dedicó a repetir las propuestas de los estudiantes, y que Beatriz Paredes no logró empatar con jóvenes
de este siglo que no la conocen.