En la región fronteriza entre Arizona y Sonora se ha registrado un aumento en los decomisos de drogas fuertes como la heroína y la metanfetamina, confirmaron a Efe autoridades, lo que ha llevado a calificar la zona como Área de Alta Intensidad de Tráfico de Drogas (HIDTA, por su sigla en inglés).
Ciudades que colindan con el desierto de Sonora, como Santa Cruz, Cochisse, Yuma, Nogales, Agua Prieta, Lukeville, Sasabe, Tucson y San Luis, utilizadas diariamente por cárteles mexicanos para el cruce de drogas “duras”, han sido calificadas por agentes del orden y políticos locales como una zona altamente “preocupante”.
Las autoridades han puesto en perspectiva el aumento del tráfico de estupefacientes en la zona teniendo en cuenta los altos niveles de opiáceos consumidos en el país actualmente, lo que ha generado la alarma gubernamental.
“Nuestros oficiales de CBP (Aduanas y Protección de Fronteras) han detectado un aumento de las drogas peligrosas. Nuestras operaciones han cambiado con respecto a este problema; estamos buscando un proceso de localización más seguro de los paquetes de droga debido a la crisis de opioides (en EE.UU.)”, dijo a Efe Teresa Small, gerente de Operaciones de Campo de CBP, con sede en Tucson.
Samall sostuvo que en los puertos fronterizos de Arizona se registró un incremento del 12 % en el decomiso de cocaína, un 49 % de la metanfetamina y un 28 % de la heroína, de acuerdo con cifras de Tucson Field Office (Oficina de Campo de Tucson) fechadas hasta febrero del corriente año.
El alguacil del condado Santa Cruz, Tony Estrada, es de la opinión que mientras exista demanda, existirá el tráfico de drogas.
“Es un país lleno de drogas, mientras exista esta demanda, en todas las fronteras seguirá el mismo problema de tráfico. Estados Unidos es el mayor consumidor del mundo y es lamentable cuando ubican a Arizona como el corredor principal”, señaló Estrada.
El alguacil comentó que la operación más común de cárteles mexicanos en fronteras como Nogales, Sierra Vista, Yuma y Tucson, es por medio de los puertos fronterizos (puntos de control), ocultando las drogas en los autos, así como en los camiones de carga donde mezclan los narcóticos con los productos que transportan.
“El condado de Santa Cruz, donde se encuentra Nogales, es el que tiene más actividad de narcotráfico; hay tres garitas y miles de carros y camiones cruzan a diario, y en ocasiones el personal de aduanas no es suficiente”, resaltó Estrada.
También señaló que es en los puertos fronterizos donde más se llevan a cabo los decomisos de drogas fuertes, mientras que la marihuana se trafica más por zonas montañosas.
“Los cárteles empezaron a ponerle atención a la inmigración ilegal. Como aumentó la seguridad, los inmigrantes requieren de un coyote para cruzar, y los narcotraficantes vieron la oportunidad para involucrar a los inmigrantes en el cruce de drogas”, comentó.
Las organizaciones traficantes, relacionadas con el paso de metanfetamina, marihuana, cocaína y heroína hacia Estados Unidos, mantienen sus centros de distribución en ciudades como Phoenix, Los Ángeles, Denver y Chicago.
El contrabando de narcóticos se da principalmente a lo largo de la frontera de México con California, Nuevo México, el oeste de Texas y Arizona, siendo este último estado un foco rojo en el aumento de tráfico y calificado por el gobierno federal como “High Intensity Area of Gdrug Trafficking” (Área de Alta Intensidad de Tráfico de Drogas).
“Aquí se ven diariamente decomisos en las garitas, hay mucho movimiento en estos condados; es un corredor muy activo porque conecta las carreteras de Sonora y Arizona, llegando a los centros de distribución como Tucson y Phoenix”, asegura el alguacil.
“Es un reto muy fuerte que existe en esta frontera; la situación empeoró por el apetito tremendo que tiene la gente de este país por las drogas. Ya no encuentran qué fumar o inyectarse.