Por otro lado, otra consejera consideró un error no haber incluido a alguien que se especializara en hacer periodismo en Internet
Hace unos días los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) perfilaron a los periodistas Gabriela Warketin, Carlos Puig y Javier Alatorre como los posibles moderadores del tercer debate presidencial. Sin embargo, este último declinó porque ya tenía compromisos, por lo que Leonardo Curzio fue quien finalmente se quedó en su lugar. Con esto la autyoridad dejó fue a Carmen Aristegui y Ciro Gómez Leyva, quienes también fueron propuestos para moderar el último debate.
Los elegidos fueron votados por una mayoría de diez votos contra uno. El opositor del proyecto fue el consejero José Roberto Ruiz Saldaña, quien argumentó que en las reuniones de la Comisión Temporal de Debates, a puerta cerrada, se les había presentado como alternativa a Aristegui y Gómez Leyva, además, él mismo había propuesto la integración de René Delgado.
Pero los consejeros y representantes de partidos eligieron por mayoría a Puig, Warkentin y a Curzio, en remplazo de Alatorre.
“No voy a acompañar ese proyecto porque mantendré la postura que sostuve en discusión previa, en el sentido de haber simpatizado con otra terna que se nos presentó y que era una terna que incluía a la periodista Carmen Aristegui y al periodista Ciro Gómez Leyva”, dijo Ruiz Saldaña.
“También hice la propuesta particular de poder incorporar en este tercer debate al periodista René Delgado, la cual no prosperó. Creo que hubiera sido muy valioso el trabajo que hubieran podido desempeñar periodistas como los mencionados, sin demérito del reconocimiento de los aquí propuestos”, añadió-
Finalmente, aunque votó a favor, la consejera Pamela San Martín insistió en que se debió haber incluido un perfil de moderación proveniente del trabajo periodístico en Internet, debido a que en el último debate se incluirán preguntas de redes sociales.
“Me parece que al no tomar en cuenta algún perfil que haga periodismo principalmente desde la red, este instituto pierde una oportunidad de llegar a un público distinto al de los medios tradicionales y hacer un llamado más fuerte y eficiente a audiencias distintas a las de los medios tradicionales”, concluyó la consejera.