Esta semana el panorama de cara al segundo debate y a las elecciones del 1 de julio ha dado algunos giros inesperados, mientras que en otros rubros se han seguido manteniendo las tendencias que han marcado el desarrollo del actual proceso electoral.
Dentro de los giros inesperados se encuentran hechos como la sorpresiva –en ese momento- renuncia de la ex primera dama Margarita Zavala a su candidatura presidencial, cuando ya se había especulado que un grupo de empresarios estaba presionando para que eso suciediera.
También en ese sentido, sorprendió que el Instituto Nacional Electoral (INE) suspendiera su colaboración con el Instituto Politécnico Nacional (IPN) para garantizar la seguridad del sistema electoral durante el conteo de votos, para asignarlo en su lugar a la compañía de Hildebrando Zavala, hermano de la excandidata.
Aunque por si mismos estos hechos podrían parecer aislados, si uno comienza a conectar los puntos parece que estos dos hechos forman parte de una cadena más grande y siniestra de acontecimientos que podrían conducir a un desenlace ya conocido: el fraude electoral.
Al menos así lo considera Raúl Rodríguez Cortés, columnista del periódico El Universal, quien publicó el espacio que dicho periódico le brinda para señalar las evidencias de lo que él considera podría ser la construcción de un ‘fraude anunciado’.
Para el periodista del autodenominado ‘gran diario de México’ hay seis señales que resultan altamente sospechosas si uno las junta: en primer lugar, el hecho de que tanto José Antonio Meade como Ricardo Anaya continúen con un discurso triunfalista a pesar de la contundencia de los números en favor de López Obrador, además de las continuas intervenciones del presidente.
En segundo lugar, a Rodríguez Cortés le llama la atención que los voceros de ambas campañas anuncien que será una elección cerrada y la presteza con la que el PRI está reportando sus gastos de campaña, quizás para buscar una sanción a Morena por ‘rebasar’ los topes de campaña.
Para conectar el discurso de la ‘elección cerrada’, esta semana salieron dos encuestas que mágicamente recortan la diferencia entre AMLO y Anaya a menos de cinco puntos, una de ellas siendo inconsistente con los números de su ejercicio anterior, ya que le dio automáticamente todo el porcentaje de Margarita a Anaya.
Posteriormente, el periodista sospecha de los dos primeros puntos mencionados en este texto: la renuncia de Margarita Zavala y el cambio del proveedor de seguridad del INE. Rodríguez considera que en el primer caso los votos nulos de las boletas podrían ser dados a otros candidatos y en el segundo destaca la participación del nuevo proveedor en el escándalo electoral de 2006.
Y finalmente, Rodríguez Cortés señala la participación de miembros comprobados del PRI y del PAN que actualmente se encuentran tanto en el INE como en el Tribunal Electoral, destacando al director de la Unidad Técnica de Fiscalización del INE, quien ha sido colaborador de Meade y Videgaray.
Con todas estas señales en el aire, no es descabellado pensar que, al igual que en 1988 y en 2006, podría estár cocinándose un nuevo fraude electoral, por lo que hay que mantener los ojos bien abiertos en este proceso.
Con información de El Universal.