Ante los riesgos de un posible fraude electoral, el INE vio con buenos ojos dejar todo el tema de la ciberseguridad de los servidores que harán el conteo de las boletas a la empresa Scitum S.A. de C.V., esta forma parte de Grupo Carso. Lo curioso es que entre los directivos de esta empresa se encuentran dos hombres con tendencias políticas claras: el magnate Carlos Slim e Hildebrando Gómez Zavala, hermano de Margarita Zavala.
Para entender este acuerdo trascendental primero hay que revisar sus antecedentes. El árbitro electoral mexicano asegura que ya se mantenían acuerdos con el Instituto Politécnico Nacional para realizar blindajes en los sistemas del proceso electoral, buscando evitar hackeos o vulnerabilidades inesperadas. El acuerdo entre el INE y el IPN fue cancelado de último momento, asegurando que los costos eran demasiados.
Ahí entra la empresa Scitum. Antonio Baños, consejero del INE, aseguró que esta empresa totalmente privada les brindará los mismos servicios que el Instituto Politécnico Nacional pero a mucho menor costo. Para esta elección tan importante, el instituto de Lorenzo Córdova solicitó el presupuesto más alto en la historia. Aún con esto, se les hizo caro el servicio confiable del IPN.
Este 14 de mayo del 2018, el INE solicitó más recursos para el “almacenamiento, distribución y resguardo de la documentación y materiales electorales”. Fueron 10 millones de pesos más. Pero la excusa de falta de dinero para pagar los servicios del politécnico los hicieron preferir a Scitum. Esta empresa se presume como la mejor y más confiable en temas de ciberseguridad, pero esta comandada por Carlos Slim, un fuerte detractor de algunas políticas de López Obrador, principalmente el nuevo aeropuerto capitalino.
Además, Scitum es una empresa del Grupo Carso, en donde, desde hace años, ha participado Hildebrando Zavala. Este último estuvo participando activamente en la seguridad del conteo de votos que llevó a su cuñado a la presidencia en el 2006. En ese año, Felipe Calderón arrebató una victoria casi asegurada a Andrés Manuel López Obrador. Ahora el destino de la seguridad de la elección presidencial más competitiva de la historia de México están en menos de esta empresa y estos dos personajes.
La duda surge de inmediato, ¿por qué no preferir a un organismo autónomo como el IPN antes que a una empresa privada con intereses claros? La excusa de que el servicio de una de las universidades más confiables e importantes de Latinoamérica era muy costoso no basta para entender este acuerdo. El INE no ha revelado los costos de servicio ni del politécnico, ni el acuerdo comercial con Scitum S.A. de C.V.
En una búsqueda rápida en el portal Contratobook, podemos notar que la empresa Scitum tiene más de 3 mil millones de pesos en contratos con los gobiernos panistas de Vicente Fox, Felipe Calderón y la presidencia actual de Enrique Peña Nieto. Además de Scitum, el blindaje de la elección presidencial 2018 también estará a cargo de las empresas Unicom y Telcel. Esta última, la gran empresa que ha mantenido a Slim como uno de los hombres más ricos del planeta.
El INE asegura que no hay ningún riesgo en este contrato y que todo el proceso de conteo de votos será auditado por otra universidad de prestigio en México, la Universidad Nacional Autónoma de México. Lo cierto es que si el blindaje de la elección presidencial está en manos de un empresario que no está de acuerdo con el candidato puntero en las encuestas y del cuñado de un gran detractor, Felipe Calderon, nos toca hacernos la pregunta: ¿Es posible que pueda haber un conflicto de intereses?