La cárcel del Condado Calhoun, en Michigan, ha instalado un sistema de visitas por videoconferencia para reclusos, incluyendo a los detenidos de Inmigración que aguardan ser deportados, según informaron hoy medios locales.

Los visitantes pueden comunicarse gratuitamente desde unos quioscos con video que funcionan en la cárcel, o descargar una aplicación que les permite hacer llamadas con imagen desde cualquier teléfono inteligente, con un costo de 8,25 dólares por una llamada de 25 minutos.

El alguacil del condado, Matt Saxton, declaró que el cambio, que se implementó hace dos semanas, es positivo porque permite que los familiares y amigos puedan hablar con los encarcelados sin trasladarse hasta las instalaciones penales.

Los abogados defensores están autorizados a realizar visitas personales, aunque hubo críticas por la instalación del nuevo sistema.

Susan Reed, abogada del Centro de Derechos de los Inmigrantes de Michigan, consideró “inhumano” que los indocumentados a disposición de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) no tengan la posibilidad de visitas personales.

“Según los estándares de ICE, los detenidos necesitan las visitas para mantener la relación familiar y su salud mental, pero este nuevo centro lo ignora para favorecer el contrato lucrativo de las teleconferencias”, afirmó.

Sin embargo, el alguacil Saxton informó que los familiares de indocumentados pueden solicitar una visita personal, en el caso de una deportación inminente, o conectarse por teléfono durante cualquier día de la semana.

La cárcel del Condado de Calhoun fue la segunda en Michigan en cambiar el régimen de visitas personales por videoconferencias.

En 2014 lo hizo el Condado Kalamazoo, cuyo alguacil, Richard Fuller, lo considera un beneficio, porque permite que las personas que viven lejos se comuniquen cuando lo deseen con los reclusos.