Al calificar de cruel e inhumana la política de tolerancia cero de Estados Unidos, que ha separado a miles de niños de sus padres, la Cancillería mexicana expresó su más alta condena y exigió al gobierno de Donald Trump detener esta práctica y adelantó que no descarta ninguna opción de acudir a instancias internacionales para defender los derechos humanos de los menores.
En conferencia de prensa, Luis Videgaray Caso, secretario de Relaciones, informó que de los 1995 casos reportados por Estados Unidos, solamente 21 menores son de nacionalidad mexicana, es decir, el 0.01%. Informó que de esos 21 ya fueron repatriados 7, otros 7 más reunificados con algún familiar en Estados Unidos y otros siete se encuentran en albergues norteamericanos.
Dijo que México no promueve la migración ilegal, pero tampoco puede permanecer inerte, y la mayoría de los menores separados provienen de los países de Honduras, El Salvador y Guatemala.
“El gobierno mexicano trabaja todos los días para construir una relación de respeto mutuo, respetamos a cabalidad la soberanía y el Estado de Derecho de los Estados Unidos, no promueve la ilegalidad, no permaneceremos inertes ante una situación inhumana y cruel. Llamado al gobierno de EU a que reconsideren esta política”, dijo el canciller.
Videgaray habló de un caso dramático de una niña de 10 años con síndrome de Down y que se encuentra, junto con su hermano, en un albergue de Texas y que fueron separados de sus padres.