URBE SE TRAGÓ EJIDOS DEL ORIENTE MEXIQUENSE

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Los municipios como La Paz, Chimalhuacán, Valle de Chalco, Chicoloapan, Atenco, Chiautla, Texcoco, Ixtapaluca, Chalco y otros de la zona oriente del Estado de México han perdido sus tierras de cultivo y las están convirtiendo en zona urbana o para deshuesaderos de vehículos, todo ello debido a que el campo ya no es una opción para los campesinos y ante los cambios climáticos que cada vez son más bruscos.

Ahora con la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México las pocas áreas de cultivo se terminaran para darle un empuje a la urbanización de los municipios.

Lo que antes eran grandes cultivos, incluso había granjas de aves como de avestruces que había en la zona han terminado y ahora son grandes unidades habitacionales o centros comerciales que han venido a terminar con las zonas de cultivo, hace un par de décadas las unidades habitacionales vinieron a cambiar la región en campo a un zona urbana donde cada vez los servicios públicos son insuficientes para atender a toda la población.

La venta de las tierras de cultivo fue propiciado por el crecimiento poblacional sobre todo en las partes planas debido a que es más fácil dotar de los servicios, las zonas cerriles también han sido utilizadas por los fraccionadores y se terminó con la famosa llamada cuota de altura y en la actualidad ya hay viviendas por todos los cerros de los alrededores de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México.

Las tierras de cultivo de convertirán en empresas, unidades habitacionales y una zona hotelera con el nuevo aeropuerto, pero ahora hay que traer los productos del campo de zonas más alejadas lo cual tendrá un costo mayor, sin tomar en cuenta que en la zona oriente de la entidad aún hay partes donde la pobreza y marginación siguen siendo un problema para las autoridades al no poder dotarlos de los servicios públicos.

El progreso no se podrá detener a pesar que el presidente de la república electo, Andrés Manuel López Obrador trate de oponerse, hay que ver si cumple lo que dijo en campaña que cancelará el proyecto del nuevo aeropuerto o será una promesa incumplida, el tiempo será el que dirá si sigue la obra o la terminara el nuevo gobierno.

Lo que eran campos de cultivo ahora serán zonas urbanas que padecerán los servicios públicos debido a que el progreso traerá un impulso en la industria y no para el campo, un campo que habrá de terminar en la construcción de empresas que utilizaran más agua de lo que gasta una vivienda, por lo cual se deberá extraer más agua del subsuelo para poder abastecerlos.

Los campesinos se han terminado en los municipios cercanos a la Ciudad de México y los pocos que aún hay aseguran que “ya no viven del campo, viven de milagro” por lo cual es necesario que aquellos municipios donde aún hay tierras por cultivar se les debe destinar una partida presupuestal para apoyarlos, y no dejar que ese recurso lo manejen unos cuantos si no que llegue a los trabajadores que hacen que la tierra produzca alimentos para la gente.

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