Según antes de que termine el sexenio de Enrique Peña Nieto, habrá acusados en tribunales, quizá no en la cárcel, sobre el caso de corrupción de la empresa brasileña Odebrecht, y uno sería Emilio Lozoya Austin, pero eso no le preocupa, pues su padre Emilio Lozoya Thalman, quien fuera el segundo hombre más poderoso de Pemex lo apoyará.
La soberbia de ser parte de una familia entregada al priismo por el poder llevaron a que el exdirector de Pemex perdiera el piso en su afán de adquirir obras de arte a costa del erario.
La soberbia de Lozoya Austin le hicieron adquirir muchos enemigos, incluso le dijo a una reportera, en una entrevista de baqueta: “Tengo recurso y tiempo para romperles la madre”, refiriéndose a su defensa.
Su declaración se basa en que la familia Lozoya también cuenta con el apoyo del actual presidente Enrique Peña Nieto, para quien fueron los 10 millones de dólares que supuestamente recibió el director de Pemex par organizar la campaña de Peña Nieto.
Pero por parte de Lozoya Thalman cuentan con el apoyo de Carlos Salinas de Gortari, quien estudio al lado de Lozoya Padre, y lo puso en el ISSSTE y en la Secretaría de Energía.
Para aconsejar y dirigir al junior, Lozoya padre le impuso a Víctor Díaz Solís, quien había sido su secretario particular en la Secretaria de Energía, Minas e Industria Paraestatal, en una de las posiciones claves de Pemex, como Director Corporativo de Administración.
Así que se siente con cierta culpa y protegerá a su vástago tanto como pueda y como el amigo de Carlos Salinas, ha señalado que tiene mucho dinero, y sí lo tiene, está seguro que no verá a su hijo en prisión.
Recién, el encargado del despacho de la PGR, Alberto Elías Beltrán, afirmó que las investigaciones del sobre la petrolera Odebrecht no están paralizadas, por lo que antes de que concluya el actual sexenio el caso estará en los juzgados, con lo que se descarta que se esté buscando un acuerdo reparatorio como ocurrió en otros países.
El subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales de la PGR recalcó que a diferencia de otros países, donde la firma brasileña soborno a funcionarios a cambio de contratos, en México no han llegado a acuerdos reparatorios con la empresa porque buscan que se reponga el dinero y las empresas involucradas sean inhabilitadas.