La desfachatez llega al extremo de que el grupo de políticos, intelectuales y candidatos afines al góber vuela, come y se hospeda con cargo al dinero de los chihuahuenses.

Tenemos en La Columna copia de los documentos que muestran los costos, pagados con dinero público, de las distinguidísimas visitas de la académica Denise Dresser, la senadora Marta Tagle, el barzonista Gabino Gómez, el perredista Agustín Basave y de Samuel García.

Son todos, cercanísimos al gobernador Corral, le han acompañado en cuanta caravana, movilización, conferencia o demás acto se le atraviese al mandatario desde noviembre de 2017 a la fecha, cuando ha arreciado su proselitismo político mientras en Chihuahua priva el desgobierno.

Cierto es que los gastos no son millonarios pero no quita eso la gravedad de que las ocurrencias del gobernador se paguen con dinero público, sobre todo si se atiende al incendiario discurso de la austeridad con que se llevarían los gastos en la administración corralista.

Encima, se queja el mandatario de que no hay dinero, de que las arcas se encontraron vacías; sin embargo no deja de gastar en mimar a los amigos, que para ellos sí hay. Que esperen sentados los chihuahuenses a que haya medicamentos en las farmacias del sistema de salud, agua limpia, transporte digno, que eso cuesta.

Contrasta también el gasto con el discurso de Dresser, Tagle, Basave y compañía, quienes se rasgan las vestiduras para pedir dinero a la Federación, gasto transparente y honesto y, por atrás, estiran la manita pues mientras sean amigos de Corral, Chihuahua paga. Están las facturas en la versión digital.

Ilegal tal vez no haya nada, inmoral, mucho. La ética, uno de los pilares de cualquier discurso del gobernador, queda en entredicho.

Con información de diario.mx